Campaña gráfica RedCSur ante asesinatos y desapariciones forzadas de líderes y lideresas sociales en Colombia

Desde distintos puntos del continente, nos llega de manera intermitente y fragmentada, nunca suficientemente audible, la noticia de asesinatos y desapariciones forzadas de líderes y lideresas sociales, luchadorxs por los derechos humanos, ex combatientes, personas anónimas en Colombia.
El gobierno colombiano encabeza la avanzada de la derecha en la región y ha impulsado la implementación del PROSUR como espacio de articulación de las derechas de la región que impulsan su agenda teniendo como bandera la defensa de la democracia y las políticas neoliberales. Estos dos procesos que tienen lugar en la territorio colombiano, nos enfrentan con la interrogante sobre qué significa hoy la democracia.
La visibilidad de los conflictos políticos en la región se distribuye diferencialmente de un modo brutal ¿Qué vemos y qué no vemos? Desde afuera, parece que no se ve, parece que no se escucha, pero Colombia vive una democracia que día a día devalúa la vida. En Colombia se reitera un crimen desmesurado, permanente. Sabemos que ese crimen no comenzó hoy. No comenzó en 2016, tras la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las FARC-EP. Tampoco lo origina la irrupción de las insurgencias armadas en la década de los años sesenta. Podría llevarse todavía más atrás, una masacre prolongada por décadas. Para algunxs de nosotrxs, que vivimos en el cono sur, las diferentes capas de violencia que atraviesan la guerra irregular en Colombia nos enrostran formas del terror contemporáneo que por momentos tocan lo incomprensible. ¿Cómo acercar esa experiencia para que nos afecte y a la vez no quede mistificada en el horror, aislada de otras relaciones de poder? Necesitamos comprender cómo se expanden y toman forma específica las tecnologías del poder que se ponen en juego en el terror contemporáneo. Sabemos de la responsabilidad del Estado colombiano, que como dice un periodista, es uno de los últimos Estados oligárquicos, con la clase dominante más sangrienta del hemisferio dispuesta a pagar cualquier costo, por mantener y profundizar el modelo neoliberal-rentista-extractivista que la sustenta.
¿Cómo afrontar tanta violencia [estatal, paramilitar, extractivista] sin inmovilizarnos? La interrogante por los asesinatos, desapariciones y desplazamientos forzados es hoy una pregunta forzada. Nos obliga a interrogarnos por algo que deberíamos saber, pero que sin embargo, se diluye en una amnesia colectiva impuesta. Una interrogante permanente frente a un crimen masivo permanente, puede ser tal vez uno de los modos de sincronizar con el pulso de la urgencia.
El horror silenciado de Colombia comienza a hacerse escuchar. Nos obliga a recalibrar y a preguntar si es posible pensar en Latinoamérica como un continente en paz. Y a la vez cuáles son los umbrales de violencia que toleran nuestras democracias representativas como régimen formal. Pensamos la necesidad de una solidaridad internacional que no tiene una forma prediseñada, la solidaridad no como algo dado o que se da, sino como una incógnita a resolver en la acción conjunta. Como un modo de resaltar la fuerza de una suma que dice No+, de sumarnos para actuar juntxs. Convocamos a una acción gráfica desde una pregunta que combata la inmovilidad, que nos lleve a multiplicar los motivos de la lucha desde distintas latitudes:

Colombia, ¿Cuales son los silencios de la de la democracia?

CONVOCATORIA INTERNACIONAL DE ARTE POR CORREO

Dirigida a artistas, colectivos, aficionados, interesados, sin límite de edad.
Agradecemos apoyo en la difusión y esperamos nuevamente el apoyo y participación de todxs

Bases:

1 – Cada artista o colectivo puede enviar la cantidad de un número ilimitado de imágenes

2 – La realización alcanza todas las técnicas de la gráfica contemporánea, incluyendo impresión digital, técnicas combinadas, etc.

3 – Formato de la obra: Tamaño A4, resolución 300 dpi . Blanco y negro. Las obras que no cumplan estas medidas no serán admitidas.

4 – Las obras deben enviarse mediante correo electrónico a redcsur@gmail.com Adjuntando ficha completa de datos del autor o colectivo:

Nombre colectivo u autor/a
País y ciudad
Correo electrónico
Título
Técnicas empleadas
Año

5 – Las obras formarán parte de acciones y muestras itinerantes diversas y serán difundidas en medios sociales, impresas, fotocopiadas, etc.

6 – Envío de obra: Permanentemente, hasta que haya verdad, justicia, reparación y no repetición.

7- La presentación de las obras a ésta convocatoria implica la aceptación de las presentes bases.

8- Cada artista recibirá un catálogo digital a fin de promover la difusión y muestras itinerantes diversas.

Hacia una convocatoria situada. Apuntes para pensar el contexto colombiano actual y la necesidad de la acción colectiva

Comunicar el conflicto armado colombiano a nivel nacional e internacional

Las eficaces estrategias de corrupción, tanto jurídicas, como diplomáticas, políticas y mediáticas de los sectores más recalcitrantemente autoritarios de la oligarquía dominante en Colombia, para dominar, exterminar, e, incluso, negar, la existencia del conflicto armado interno, han sido uno de los factores que ha padecido la gente que ha luchado desde siempre por la justicia y ha reivindicado directamente los derechos humanos, para dar a conocer tanto dentro del país como fuera de éste la complejidad, magnitud y degradación de la guerra de baja intensidad que ha vivido Colombia en las últimas seis décadas. A esto se suma la pugnas fragmentación de algunos movimientos y organizaciones comprometidas con la defensa del derecho a la vida y a la oposición política.

En este contexto, la campaña gráfica debería apuntar a divulgar no sólo las estadísticas de los atroces impactos directos de la guerra (masacres, asesinatos selectivos y sistemáticos, desapariciones forzadas, tortura, secuestro, violaciones, desplazamiento forzado, despojo de tierras, etc), sino a humanizar, dar rostro concreto, a todas estas formas de violación a los Derechos Humanos, dando contexto histórico a las causas y orígenes de la guerra.

Algunos enlaces que se pueden consultar:

Estadísticas del conflicto armado en Colombia. Centro de Memoria Histórica

CIFRAS. Los registros estadísticos del conflicto armado colombiano. Centro de Memoria Histórica

Cifras unidad de víctimas. Red Nacional de Información

Aportes para comprender el conflicto armado en Colombia. Puesta pedagógica basada en el ensayo de Javier Giraldo S.J. Para la Comisión Histórica sobre el origen del Conflicto y sus Víctimas. Colectivo de Abogados.

De la rebelión a la paz. Conferencia de Javier Giraldo S.J.

«Impunity» de Juan José Lozano y Hollman Morris (2010) documental sobre el conflicto colombiano

10 documentales entender el conflicto colombiano. Pacifista!

Conceptos sobre la desaparición forzada de personas: Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda

Dar legitimidad/dignidad/empatía/ con los proyectos de vida de líderxs, defensorxs de DDHH y excombatientes, todxs en condición de amenaza.

El derecho a la ciudadanía política plena, en Colombia, está articulado a un sistema de exclusiones sociales propio del orden político oligárquico que impera en el país. En este contexto, el ejercicio de la política es un privilegio de clase. Tanto el Estado como los problemas públicos y, principalmente, el derecho a la propiedad, son objeto de un estrecho círculo social que, en el nivel regional y nacional, monopoliza el bien común, convirtiéndolo en una trama de intereses privados y de asuntos corporativos. A esta estructura histórica de larga duración, desde los años cincuenta, se suma la doctrina de seguridad nacional y la ideología de la contrainsurgencia, a partir de la cual sistemáticamente se criminalizan y deshumanizan las iniciativas políticas populares, subalternas o disidentes. Los liderazgos políticos surgidos en lugares sociales diferentes al del reducido circuito de las fracciones dominantes, fácilmente se deslegitiman socialmente y se encubren con el manto de narrativas policiales que estigmatizan la rebeldía dentro de los medios de comunicación masiva, y en absolutamente todas las instancias políticas, culturales y sociales. En este contexto general, la campaña gráfica debería apuntar a dar legitimidad, dignidad, y a construir relatos empáticos con los líderes populares, los defensores y defensoras de los Derechos Humanos y excombatientes, que desde julio de 2017, en el marco del proceso de paz, cumplen su palabra dejando las armas, para iniciar proyectos productivos, pedagógicos y políticos, apostándole a la paz.

Algunos enlaces que se pueden consultar:

El mapa de la vergüenza, en tres meses, 120  líderes sociales han sido asesinados en Colombia. El Tiempo

Colombia: en dos años 282 líderes sociales y defensores de derechos humanos fueron asesinados. Defensoría del Pueblo Colombia

Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado

Informe Conjunto Especial de Derechos Humanos “Todos los
nombres, todos los rostros, sobre las situación de lideresas y líderes sociales, de defensoras y defensores de derechos humanos y de excombatientes de las FARC-EP y sus familiares en los territorios”

Crónicas del despojo – Comunidad El Porvenir (video)

«Larga vida a los hombres y mujeres líderes sociales y defensores de derechos humanos» Comisión de la Verdad, Primer Diálogo por la No Repetición

Informe: ¿Cuáles son los patrones? Asesinato de líderes sociales en el Post acuerdo

Diálogos CINEP 2019 ¿Cuáles son los patrones? asesinato a líderes sociales

Banco de datos de DDHH y violencia política CINEP:

Proyecto Colombia Nunca Más

Casa de acogida, de la CCNPB, a Líderes, lideresas y defensorxs de DDHH en condición de amenaza

Confrontar el negacionismo histórico de la sociedad colombiana

Uno de los aspectos más complejos del conflicto armado colombiano es la amnesia colectiva producida por la conjunción de una intrincada trama de variables políticas y sociales, vinculadas directamente con la guerra. Así, en realidad, las discusiones sobre la memoria histórica del conflicto armado interno son, en el fondo, debates sobre la continuidad de las políticas del olvido que han imperado de forma continua y regular desde al menos el Frente Nacional (etapa de 16 años, que inicia en 1958 y termina en 1974, en el que los dos partidos políticos tradicionales -el Liberal y el Conservador- monopolizaron el ejercicio de la política, excluyendo a cualquier otra organización política). A las poderosas organizaciones policivas y militares que controlan el orden social, se suma el débil impacto de las raquíticas instituciones de la memoria de origen público, privado o popular (universidades, centro de investigación, museos, archivos, etc). El ejercicio de la ciudadanía política se realiza a partir de un presente pulsional y mediático, y de unas narrativas colectivas administradas desde imaginarios machistas, racistas y clasistas. En este contexto, el negacionismo histórico no sólo es una arma política de la ultraderecha, sino una atmósfera que continuamente disuelve los datos empíricos que demuestran la guerra en su conjunto así como los inhumanos impactos particulares que ésta tiene en los contextos regionales. Los sectores más conservadores niegan desde la Masacre de las Bananeras (acaso la única masacre conocida internacionalmente a partir de la obra de Gabriel García Márquez), hasta el estatus político de los ejércitos insurgentes o guerrillas, pasando por cada uno de los innumerables crímenes cometidos contra la sociedad por la fuerza pública y los paramilitares.

Red Colombiana Lugares de Memoria

Negar lo evidente. Columna de Joaquin Robles

Entre el negacionismo y el revisionismo del pasado violento. Columna de Alejandro Castillejo

Colombia y el negacionismo histórico y coyuntural. Columna de Maureén Maya S

Derechización y negacionismo histórico. Editorial Revista CEPA

Hay una evidente intención de reconstruir la memoria por la vía del negacionismo. UN Periódico Universidad Nacional de Colombia

Maria Tila Uribe Reflexiones sobre la masacre de las bananeras

@redcsur