Panelistas: Fernando Davis (UNLP-RedCSur)@ferjdavis, Moira Cristiá (IIGG-RedCSur) @moiracristia , Laura Schenquer (IIGG) y Evangelina Margiolakis (IIGG)
Se presentarán cuatro nuevos archivos del sitio Archivos en Uso (www.archivosenuso.org), impulsado por la Red Conceptualismos del Sur, así como se pondrá en común las políticas de archivo que sostienen esta iniciativa. Fernando Davis presentará el archivo del artista uruguayo Clemente Padín, Moira Cristiá presentará los archivos de AIDA (Asociación Internacional de Defensa de Artistas Víctimas de la Represión en el Mundo), Laura Schenquer presentará los archivos de estrategias de comunicación de la última dictadura argentina en el exterior y Evangelina Margiolakis presentará las colecciones de las revistas subte surrealistas editadas durante la última dictadura, Poddema y Signo Ascendente.
Organizan: Grupo de Arte, Cultura y Política en la Argentina Reciente (dirigido por Ana Longoni y Cora Gamarnik); Proyecto PIP “La ‘dimensión productiva’ de la última dictadura militar argentina (1976-1983): estrategias culturales de legitimación y consenso social” (dirigido por Moira Cristiá y Laura Schenquer); Proyecto UBACYT “Comunicación, cultura y espacio público en dictadura y postdictadura: miradas desde las instituciones y las formaciones” (dirigido por Evangelina Margiolakis y Rodolfo Gómez) y Red Conceptualismos del Sur.
La Cátedra Expandida Visualidades e imaginarios radicales. Atravesar los 50 años, busca generar diálogos entre activismos, prácticas artísticas y pensamiento crítico en torno a las memorias desde la Unidad Popular hasta nuestros días. El objetivo es poner en perspectiva procesos, experiencias y debates que nos invitan a interrogar el presente y el porvenir. Orientadas por las revueltas de la memoria y por un archivo vital compuesto de saberes, imágenes, discursos y prácticas, queremos hilar narrativas y construir acciones que potencien la imaginación política y estética.
FECHA: 2, 3 y 4 de agosto 2023 DÍA 1. Miércoles 2 de agosto 2023 / 15.00 a 18.30 Sala Estación USACH Las Sophoras 175, Estación Central
DÍA 2. Jueves 3 de agosto 2023 / 14.30 a 18.30 MAC PARQUE FORESTAL Ismael Valdés Vergara 506, Santiago
DÍA 3. Viernes 4 de agosto 2023 / 17:30 – 21.00 CASA PALACIO Alameda 2133, Santiago
Equipo organizador: Ángeles Donoso Macaya: escritora, investigadora y activista; profesora titular de CUNY. Andrea Jösch Krotki: directora Escuela de Arte UDP, editora y curadora. Cynthia Shuffer: Investigadora y fotógrafa. Académica IDEA-USACH. Javiera Manzi A.: Investigadora RedCSur, archivera y activista feminista. Mane Adaro: Investigadora, curadora y editora. Feminista antiespecista. Rita Ferrer: Ensayista, curadora y docente. Tania Medalla: Docente, investigadora y activista.
Este es un espacio de discusión y análisis de prácticas que se desmarcan enfáticamente del modelo cis-heteropatriarcal y racista para visibilizar otras estrategias vitales y maniobras de agitación y memoria disidente. Además, busca denunciar las violencias estructurales y sistemáticas contra las identidades trans, mujeres cis, les sujetes feminizades, minorizades por el patrón hegemónico.
Participan: Fernanda Carvajal, Lucía Egana, Ariel Florencia Richards Proyectan: Cheril Linett, performance “Virgen del Carmen Bella”, proyecto Yeguada Latinoamericana; Diego Argote «Imposible vivir sin la memoria del jardín»; Sebastián Marchant «Archivo Fluido. Archivo Nacional y Museo Cuir».
Activa: Javiera Manzi A. Los borradores como producción utópica nos permiten conectar experiencias que, sin llegar a materializarse a cabalidad, pueden llegar a habilitar en cada momento histórico la posibilidad de otros/nuevos modos de vida colectiva. En esta conversación buscamos poner en común las potencias, límites y dificultades de experiencias de imaginación radical a propósito de la Unidad Popular y el proceso constituyente.
Participan: Martín Llancaman, Julia Verónica Matus Madrid, Alia Trabucco Zerán.
DÍA 2. CONVERSATORIO 3 La irrefutable vigencia del ¿Dónde están? Horario 15.00 a 16.15 Activa: Tania Medalla La desaparición forzada de personas en América Latina fue parte central de la maquinaria represiva de las dictaduras cívico-militares de los años setenta, sin embargo, su continuidad en los contextos post dictatoriales devela su actualidad, así como una densa trama de violencias que la configuran y las complejas formas que adquiere el ejercicio del “poder desaparecedor” en nuestra región. Esta mesa busca reflexionar acerca de la latencia, actualidad y complejidades de la desaparición, indagando en sus implicancias político-estéticas y en las persistencias y expansiones de la pregunta ¿Dónde están?
Participan: Paola Dragnic, Danilo Espinoza, Paulina E. Varas Proyectan: Zahara Gómez, somoslacélula Opera: “Nivel de Confianza” por Rafael Lozano-Hemmer
DÍA 2. CONVERSATORIO 4 AFI HISTÓRICAS/AFI WOMAN Horario: 16:30 a 18.00
Activa: Rita Ferrer Dictadura y revuelta enmarcan la conversación de cuatro mujeres fotógrafas, tres de ellas de prolífica y reconocida trayectoria, fundadoras en 1981 de la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI): Paz Errázuriz, Helen Hughes e Inés Paulino. Junto a ellas, Marucela Ramírez, una de las cuatro integrantes del colectivo AFI Woman, quienes se autoconvocaron y reconocen su nombre el 8 de marzo de 2019, Día Internacional de la Mujer. A pesar de este abismo de casi medio siglo que ha ampliado la participación de las mujeres en un oficio mayoritariamente masculino, distendido las reivindicaciones autorales individuales o echado mano a medios y formas inéditas de circulación de imágenes, entre muchas otras transformaciones que abordaremos, unas y otras reconocen en su trabajo fotográfico la irrenunciable defensa de la dignidad humana y el incansable reclamo por verdad y justicia.
Participan: Paz Errázuriz, Helen Hughes, Inés Paulino, Marucela Ramírez
DÍA 3. CONVERSATORIO 5 La geografía no es neutra, es política Horario: 17:30 a 18:45 Activa: Ángeles Donoso Macaya
Esta mesa pone en diálogo: 1) experiencias de la organización popular campesina levantada por mujeres desde la Unidad Popular hasta los años de la Concertación —experiencias que centran, entre otras cosas, el desmantelamiento de la reforma agraria y la lucha de las mujeres en el campo— con 2)prácticas artísticas y de investigación individuales y colectivas que, ya sea desde el exilio o desde espacios marginados dentro del Estado-nación, abordan el territorio en su dimensión política y epistémica, interrogan la modernidad, la historia y la historiografía nacional, y la construcción epistémica y material de fronteras, bordes y periferias.
Participan: Cristián Inostroza, Francisca Rodríguez Huerta, Ingrid Wildi-Merino
A propósito de la muerte de nuestra querida amiga historiadora, curadora e investigador Tamara Díaz Bringas (1973 – 2022), compartimos el texto de Ana Longoni que recoge parte de sus recorridos, tramas y complicidades que atravesaron fronteras y la conmovedora y valiente carta leída en el marco de la inauguración de la exposición Giro Gráfico por Ignacio Nacho Montenegro.
Tamara Diaz Bringas (1973-2022) fue una historiadora del arte cubana que vivió y trabajó diez años en Costa Rica y los últimos trece años en España. Investigadora, curadora, escritora, impulsora de múltiples proyectos y espacios, fue también integrante de la Red Conceptualismos del Sur y coordinadora de Actividades Públicas del Museo Reina Sofía, curadora y coordinadora editorial en TEOR/ética, responsable de la X Bienal Centroamericana de Arte y de la 31 Bienal de Pontevedra. Pero antes o además de todo lo mucho que hizo, Tamara fue una queridísima amiga de muchísima gente, constructora de redes afectivas abigarradas y enredadas, dispersas desde su mar Caribe hasta Galicia y más allá. En todos los sitios por los que anduvo dejó trazas delicadas y entrañables, finas pero fuertes raíces como las que sostienen secretamente un manglar.
En los pocos y difíciles días que llevamos sin ella (o con ella en otros planos, de otras formas), ¿cómo rozarla a través de la escritura, cómo encontrar las palabras que nos sacudan el silencio, que den alguna forma al dolor que nos habita, pero sobre todo que hablen de ella viva, que alcancen a manifestar para quienes no la conocieron algo de su valentía y su dulzura, su capacidad de cambiar concretamente y de maneras inexorables el mundo alrededor? ¿Cómo dar a conocer la fortuna de haber compartido estos años con ella, incluso este último año difícil de enfermedad: su preciosa lección de defender la vida, y también de despedirse de ella?
1.
Fue hace una semana. El jueves miré el teléfono al despertar y allí estaba la mala nueva. Quedé muda, entre espasmos de llanto y absurdas fugas al hacer-hacer. El tiempo del duelo es cíclico y circular, como nos enseña la viejita wichi sentada al pie de un añoso jacarandá en la película “El etnógrafo”, cuando responde a la pregunta sobre cuándo murió su marido señalando con los ojos hacia la copa del árbol: “cuando el árbol estaba florecido”. Así, cada vez que el árbol florezca, cada vez que sea jueves a la mañana y abra los ojos…
Abro los ojos y también la ventana (te he mandado, Tam, tantas fotos de esa primera luz de la mañana entrando a la habitación que ocupo hace unos meses), y en el techo de la casa de enfrente, posados en una vieja antena de televisor, dos pájaros: una paloma torcaza y otro más pequeño -quizá un pichón que ya aprendió a volar- achuchado por la lluvia que ha caído fuerte esta madrugada. El pequeño se queda allí parado un largo rato, juntando fuerzas para el vuelo.
Hoy es otro día. Abro los ojos y la ventana, busco al pájaro. Está nublado, el cielo gris, la antena vacía. Miro el vacío un ratito, sin decidirme a salir de la cama. De golpe, aparece. El pájaro se ve más entero que ayer, se emprolija las plumas o quizá se despioja, no deja de mover la cabecita hacia su propio cuerpo. Como una caricia.
Eso que parece intrascendente o diminuto, cuestión menor, eso es lo que Tamara trataba como un enigma y aprendía a develar.
2.
Prestar atención a lo pequeño: aproximarnos hasta rozar las texturas íntimas, los poros de las cosas, sus nervaduras y sus fluidos. Así se movía Tam con todo. Atenta como lince, sensible como anémona, nada de lo que acontecía alrededor le pasaba inadvertido. Una percepción amplificada y amorosa, un pensar con el cuerpo a toda hora.
Lo define ella misma, ante la pregunta de Miguel López acerca de por qué el título escogido para la antología de sus textos, Crítica próxima. Su respuesta condensa un programa vital e intelectual:
“Ante aquella ficción de la ‘distancia crítica’ prefiero situar mi práctica desde la proximidad. La idea de estar implicada, de ser parte de los procesos con los que trabajo, de producir crítica, escritura o conocimiento con otros, junto a otros, más que sobre ellos. Frente a los supuestos de una crítica neutra, objetiva y de un sujeto desencarnado, que todo lo ve, el feminismo defiende una perspectiva parcial, un pensamiento encarnado, situado, implicado en un contexto concreto desde el que se investiga o se escribe. Propongo entonces ‘crítica próxima’ en consonancia con una epistemología feminista, y en ese sentido la proximidad sería también la del cuerpo, entender que el pensamiento pasa por el cuerpo. Por otra parte, ‘crítica próxima’ podría remitir a lo que viene, a un inmediato porvenir, y me gusta pensar la práctica crítica y curatorial como interpretación e intervención en el presente, y también como modo de imaginar otros futuros”.[1]
Fue ese mismo párrafo el que elegí leer al comenzar la primera reunión de coordinación del departamento de Actividades Públicas del Museo Reina Sofía a la que ella no pudo asistir cuando se declaró la enfermedad, hace justamente un año. Tam había instituido esas reuniones, en la que logró poco a poco, con su modo artesanal (tejer urdimbre, amasar barro), que ocurriesen dinámicas transversales de trabajo, se materializaran complicidades y sinergias entre personas y equipos que antes apenas sabían l+s un+s de l+s otr+s, quebrando esa lógica de parcelas herméticamente ensimismadas que tiende a predominar en el museo.
Ella iniciaba cada una de esas reuniones compartiéndonos un trozo de película de Alejandra Riera, o un dibujo en lápiz de la hondureña Xenia Mejía, o un diagrama de Fran Cabeza de Vaca, o algún texto o canción dedicadamente escogidos, y ante el que nunca explicitaba ninguna razón o justificativo. No estaban allí en función de explicar o ilustrar nada. Ese desacomodamiento o incomodidad, ese dejarnos perplej+s o desorientad+s, en silencio ante la aparición de un hallazgo que no es la pieza que falta en el puzzle sino una pieza nueva hecha de un material desconocido, que no encaja en ninguna parte y abre una brecha, otro orden de posibilidades.
Así Tam nos sacudía con delicadeza la burocracia de encima y nos hacía recordar sin decirlo que estábamos allí, trabajando en ese museo, por la capacidad de conmoción y de estremecimiento que el arte puede llegar a hacernos sentir.
“¡Buen día!”. Un potlatch como lluvia fresca e inesperada, en medio de una compleja, multitudinaria y abrumadora jornada de trabajo, esa era Tamara. Llegar al museo cada mañana y encontrarla ya allí trabajando, concentrada, su figura delgada envuelta en sus vestidos, sus pañoletas y sus zapatitos coloridos, y ante todo esa sonrisa luminosa que se desataba desde los ojos y le sacudía el cuerpo entero.
La inteligencia sensible y discreta con la que veía las cosas, aunque se mostraran arremolinadas, confusas y ásperas, y su capacidad de buscar el lugar desde el que pudieran desplegarse de otro modo, más amable y considerado. Más dulce y vital. Capaz de entender, sin tomar distancia, la trama de las cosas, la gente y sus latidos.
3.
Conocí a Tam en el PEI[2] en 2008, como parte del potente grupo en que estaban entre otr+s Nancy Garín, Aimar Arriola, Linda Valdez, Miguel López, Fernanda Nogueira y Sol Henaro. Fue justamente la querida Sol la que unos años después la impulsó a entrar a la Red Conceptualismos del Sur, cuando ella estaba encarando el proyecto de dar forma al gigante archivo de Rolando Castrillón, en Costa Rica. Fue a partir de entonces que empezamos a colaborar estrechamente, viviendo ella en Madrid y yo en Buenos Aires, a tejer complicidades e idear tácticas para paliar la precariedad y el riesgo en el que sobreviven los archivos de artistas en América Latina.
Hablábamos, muy a menudo, sobre Cuba. A Tam le dolía la isla, la situación desesperada de la gente, el autoritarismo del poder y también la negativa (¿o negación?) de la izquierda latinoamericana a pensar el dilema y tomar posición. Sol rememoraba hace poco el gesto calmo y desafiante de Tamara al tomar la palabra desde el público -cuando inauguramos la exposición colectiva “Perder la forma humana” en 2012 en el Reina Sofía, sobre cruces entre arte y política en los años ochenta en América Latina- para interrogarnos sobre qué hacer con Cuba, tan a contramano de los lugares comunes más instalados en la militancia y la intelectualidad bienpensante.
La hemos escuchado contar la experiencia de haber nacido y crecido en Matanzas en los setenta y ochenta y sus historias de joven pionera enviada a la cosecha. Estudió historia del arte en La Habana en medio de la feroz crisis de los años noventa, en tiempos de tan extrema escasez que recordaba haber comido pizza que en lugar de queso tenía encima preservativos derretidos… Nunca, nunca se victimizaba, adoraba su isla, su mar, su gente: lo echaba muchísimo en falta. Pero no cejaba en llamar la atención con tanta firmeza como delicadeza sobre la falacia del discurso revolucionario sostenido a costa de tantas privaciones y persecución. Como tant+s cuban+s, al migrar devino en sostén económico de su familia, siempre atenta a las formas inciertas de hacerles llegar, comida, medicinas o lo que necesitaran. Jamás la escuché quejarse, nada más ajeno a ella que el lamento, siempre sonriente y generosamente dada al resto. No perdonaba, eso sí, que el Estado cubano le hubiera impedido acompañar a su padre en la agonía, como sorda represalia por haber migrado.
Fue gracias a su invitación que viajé en 2016 a El Salvador, cuando ella estaba curando la X Bienal Centroamericana y me propuso el desafío de colaborar en un ejercicio de activación del trabajo que algunos jóvenes artistas salvadoreños (The Fire Theory y Fredy Póker Solano) estaban haciendo en los maravillosos archivos del MUPI (Museo de la Palabra y la Imagen).
A veces lográbamos interrumpir un rato la interminable jornada laboral y nos escapábamos a almorzar junto a Lidia Blanco a un pequeño restaurant italiano en la calle Argumosa, su preferido. Pero la mayoría de los mediodías llevaba su tapper al jardín del museo o al despacho de sus querid+s amig+s de Exposiciones Temporales, adonde había sido becaria unos años antes.
4.
En 2018, al cumplirse diez años de la fundación de la Red Conceptualismos de Sur, organizamos una reunión plenaria en Buenos Aires que sesionó fundamentalmente en casa de Mabel Tapia, en Parque Chacabuco. Fue en esa terraza que Tam nos puso al tanto de la gravísima represión que se estaba viviendo en Nicaragua, cuando la represión del gobierno de Daniel Ortega ocasionó en esos días la muerte de trescientos jóvenes en las calles. Y nos convocó a solidarizarnos con los manifestantes replicando la acción de los “picos rojos”.
Munida apenas de un lapiz labial rojo, Tam se pintó y nos pintó, nos pintamos las bocas, y con ella nos reímos y nos enredamos en ese pequeño acto desafiante y a la vez festivo. Porque para ella la acción política podía ser también desacato alegre, un baile desobediente, un guiño.
A inicios del confinamiento, en medio de tanta incertidumbre y aislamiento, Tam nos propuso juntarnos a compartir lecturas, experiencias, sensaciones, silencios. De allí nació el grupo Respirar, una de las experiencias colectivas más radicales que me ha tocado vivir trabajando en el museo. Nos reunimos durante meses una vez por semana personas de distintos departamentos para leer o escuchar o simplemente estar con otr+s, derivando por donde nos llevara el deseo, quebrando cualquier lógica productivista, cuidándonos y respirando junt+s cuando todo se cerraba alrededor.
Más tarde viajamos -cuando las condiciones lo permitieron y gracias a la propuesta de Isabel de Naverán- a la residencia Azala, en el País Vasco, abocándonos a leer colectivamente (un acto performático, entre serio y errático, concentrado y jocoso) La vida de las plantas, de Emanuele Coccia. Fue allí, entre nieve y meditaciones en movimiento, que Tam nos propuso bailar un #Guaguancuir, una acción de solidaridad con el Movimiento San Isidro y el 27N en Cuba. ¿Cómo contraponernos a la violencia de Estado estando tan lejos? Partimos de eso, de un gesto. Nos pusimos pelucas y plumas. Y emulamos torpemente una coreografía callejera en apoyo al artista Luis Manuel Otero Alcántara, para llevar a nuestros cuerpos y desde ellos un acto vital contra el miedo y la violencia. “Porque si no puedo bailar, no quiero ser parte de tu revolú”. Ese día era su cumpleaños. Más tarde Tam nos dijo que le habíamos regalado la mejor canción.
5.
Cambiar algo alrededor. De eso se trata su lección política o mejor vital, lejos de cualquier ampulosidad o retórica vacía. Como en el Jardín de las Mixturas, un sitio donde Tam vibra bonito. Desde hace más de cuatro años, las jardineras (Alejandra Riera, un grupo de trabajadores del museo y vari+s otr+s “extern+s” que se han ido sumando) revolucionamos el jardín del viejo edificio Sabatini. Dos parterres, uno de sol y el otro de sombra, se liberaron de la convención del resto del jardín. No más riego automático, ni rejas alrededor, ni césped prolijamente cortado. Empezaron a aflorar otras plantas (las fresas salvajes, antes que nada), se cobijaron especies nativas y medicinales. Un contraste abismal en el que empezaron a dejarse ver formas de vida no humana (plantas y hongos, pájaros y murciélagos, insectos, orugas).
Un banco enfrentado a otro en el parterre de sol: una medida tan sencilla como cambiar la disposición de los asientos para permitir que la gente se reúna allí a comer, a conversar, a tomar solcito. Ese pequeño movimiento ya generó que se altere completamente el uso del jardín. Dar cabida a una comunidad.
Cada martes nos juntamos a trabajar en el jardín, a veces much+s, a veces poquit+s, Tamara siempre. Y en verano, tres veces por semana, a regarlo a mano. Lo que al principio fue leído como una zona abandonada o descuidada o dejada a su suerte, hoy se vislumbra como otro jardín posible.
Revolucionar el museo en una escala invisible. Microscópica y honda. Dejar sentadas las posibilidades de que allí ocurra algo, lentamente, con su propio ritmo y contingencias. Sin imposiciones ni reglas ni plazos.
Una querida amiga me consuela en estos días con la imagen de una hoja seca que se desprende del árbol, cae y se integra a la tierra, la vuelve fértil. “Hay que aprender a dejar ir”, me dice. Las metáforas vegetales: ser humus, diseminarse en semillas, volverse un jardín. En un sentido material y concreto,
Tam ya devino jardín, hace tiempo.
6.
Lo último que hice antes de irme del museo fue regar sus plantitas. Su despacho estaba al lado del mío, y mientras en el mío no lograba sobrevivir ninguna planta (¿por falta de luz? ¿por exceso de tensión?), ella había logrado un vergel en el que se enredaban potus, cactus, suculentas y otras especies que cubrían el piso y avanzaban por la pared de vidrio.
Cuando se enfermó y tuvo que dejar el museo en marzo del año pasado, me encargó que las cuidara. En los cuatro meses que pasaron hasta que yo me fui del museo, cada vez que me acercaba con la botella de agua a regarlas y saludarlas, encontraba signos de otras presencias cuidadoras de esas plantas. La tierra húmeda, las enredaderas encaminadas. Alguien más, seguramente Dani, o quizá Sara, o Yuji, tal vez Maite, Isaac, Hilda o Antonio, cuidaban de ese jardín mientras Tamara no estaba.
Me fui tranquila.
7.
El proceso de la enfermedad duró un largo año. Tam lo vivió con una valentía y una entereza sobrecogedoras. Claro que tuvo miedo, miedo por ella, miedo también por el futuro de su familia. Pero ante un diagnóstico lapidario, exploró alternativas para sentirse mejor, acudió a otros saberes que pudieran ayudarla, se dejó querer: un platanito con arroz y frijoles preparado por su mamá Blanca, los zumos con que empezaba el día gracias a las alquimias de su sobrina Aurora y al envío semanal del cajón de frutas y verduras de sus amigas cubanas, las risas con las que recibió a su esperada hermana Miry vestida de astronauta por el protocolo covid, el reiki que canalizaban Marta y Ana para ayudarla a respirar y a descansar, los ramos de flores silvestres de la secta tamarista, la puesta de sol desde su balconcito madrileño, allí mismo donde sus amig+s se acercaron a cantarle las mañanitas en su último cumpleaños, los chorritos de agua de la piscina cercana a su casa masajeando su espalda, una escapadita con Orestes a ver el mar o con Bea y Fer a pasar el día en las sierras… Y tantos pequeños instantes de felicidad. Tantas velitas prendidas. Tantos pequeños rituales que nos inventamos.
Quizá la mayor lección, la que no deja de asombrarme, es cómo Tamara cuidó hasta el último instante, atenta y amorosa, el estado de ánimo de su familia, la biológica y la afectiva, esa red hermosa diseminada por muchas partes. Hasta nos ideaba modos de acompañarla a quienes estamos lejos. Cuando no podía leer, nos pedía que le compartiéramos nuestras lecturas por audio. Esperaba las horas de la mañana, en que se sentía más fuerte, para mandar mensajitos con su mejor voz. Se despidió amorosamente de cada un+ de nosotr+s, un+ a un+, cuando apenas le salían las palabras, sin dejarnos de sonreir y alentar.
Es alucinante, pero en este duro año -entre ingresos al hospital, quimioterapia, máquina de oxígeno y tantas complicaciones- no dejó de acompañar concienzudamente los proyectos que ya había iniciado. Los martes que pudo fue al Jardín de las Mixturas. También estuvo presente en “El hacer de las formas”, el ciclo que armó -junto a Jon Ander Tomas- en el museo insistiendo en dar escucha a los modos de pensar y producir de l+s artistas, en el taller de nudos y tejidos de Eva Lootz, en la deriva colectiva por los caminos subterráneos del agua del centro de la ciudad de Madrid junto a Carme Nogueira.
Incluso Tam inauguró en noviembre pasado la exposición “El pasado delante” en Casamérica. Leyó allí, con su aparato de oxígeno y su vocecita poblada de entereza y dulzura, el poema de la escritora maya K’iché Rosa Chávez que empieza diciendo: “Dame permiso espíritu del camino/regálame permiso/ para caminar/ por este sendero de cemento/ que abrieron en tu ombligo”.
El primer día de este año, nos compartió un breve video en el que proponía un 2022 de transformaciones amables. Ya ingresada estos últimos días al hospital, y muy consciente de la despedida, fue capaz de montar una preciosa exposición en la habitación con los dibujos, fotos, mensajitos y flores que le hacíamos llegar. Una tarde, cuando Sally Gutierrez entró a visitarla, y luego de bromear con que le había tocado una habitación en el pabellón Sur, le pidió que abriera las persianas para ver jugar las sombras que los árboles de afuera y las flores de adentro proyectaban sobre las paredes. Registraron para quienes no estuvimos allí una preciosa película en los minutos que duró el turno de la visita.
Volver mágico y bello el momento más difícil.
Unos días antes de la última internación me mandó un mensaje con un hilito de voz para contarme que no estaba bien, que ya no podía caminar. Lo escuché en medio de un bosque de pinos al lado del mar en Pehuencó, le mandé una foto de la copa del árbol y un fragmento del cielo, y le conté que ese día mi hijo, su novia y yo, en pleno viaje a la Patagonia, habíamos enfermado de Covid. Nada, nada grave. Enseguida respondió para consolarme y contenerme ella a mí. Ay.
8.
He estado leyendo estas semanas “A la salud de los muertos” de Vinciane Despret. Entre otras indagaciones sobre los lazos que unen a viv+s y muert+s, los modos en que l+s muert+s se comunican, se hacen presentes y nos hacen hacer cosas, presta especial atención al territorio de lo onírico.
El domingo siguiente a su muerte, convocamos a un círculo de la palabra y el silencio para abrazarnos a la distancia entre la gente de la Red Conceptualismos del Sur. Fernanda Nogueira contó el sueño que tuvo la noche anterior al encuentro: Tamara la llevaba a un sitio lleno de personas desconocidas para ella y entre sí, pero cuyo lazo en común era Tam. Eso le producía mucha confianza. Tam l+s proponía bailar en grupos, enseñándoles algún paso o movimiento… Ponernos a bailar, hacernos encontrar, trazar vínculos y entrecruzamientos: volvernos un manglar.
Yo misma soñé, la madrugada en que ella murió, en blanco y negro, como si fuese una película vieja. Veía venir a una querida amiga, Claudia, que murió en 1995 de sida, caminando sin decir palabra hacia mí. Hace tiempo que no se me aparecía en sueños. No me intranquilizó su presencia, al contrario. Elegí entenderlo como una señal de que Tam no estaría sola.
Vuela-vuela.
[1] Tamara Diaz Bringas, Crítica próxima, Teorética, San José de Costa Rica, 2016, p. 169
[2] Programa de Estudios Independientes del MACBA, Barcelona.
Estelí, 10 de mayo de 2022
Tamara:
Qué extraño escribirte ahora, querida. Aunque no, realmente. Sigo hablando con vos. Como siempre que hablábamos, hablábamos no de arte, sino de lo que pasaba en la vida. Muchas sorpresas ahí, muchas ilusiones y desilusiones. Mucha felicidad y mucho, mucho dolor. En fin. Te cuento que tengo dos correos tuyos sin abrir. Me rehúso a despedirme. Así, seguimos pendientes.
La última vez que te vi estabas llorando. Quería decirte que no había nada. Que estaba bien. No todo, pero bueno. Quería pasarte un clínex, pero la pantalla no me lo permitía. Quería decirte que no era raro que muchos compañeros siguieran ilusionados y defendiendo a ultranza a los FAROS siniestros de nuestra izquierda. Perder la ilusión no es así por así, estamos claros. A mí también me parecía gracioso el Comandante Eterno Hugo Chávez y, claro, El Caballo estuvo en mi pared hasta bien entrados los 80. Aún siento el humo de su habano. En su lugar, ahora tengo el póster de Luis Manuel Alcántara aferrado al garrote vil por el cuello y con las manos atadas. Me da ilusión ese chico.
Pero hoy te quería hablar de otra cosa. Aunque quizás sea la misma. Otra cara de la misma.
Acá en Estelí, tres veces heroica por las tres veces que la dictadura somocista bombardeó la ciudad en los setenta. Y en toda la tierra de Sandino ahora resulta que la Revolución —sí, con mayúscula— siempre fue una Mierda (también con mayúscula). Pero, espérate un poquito. ¿Tú taba ahí, chico?
La verdad es que no hay tal. La Revolución Popular Sandinista (de 1979 a 1989) fue y será el momento más importante en la historia de Nicaragua. Después de 30 años de lucha cruenta y de más de 50,000 muertos (o sea: 300,000 litros de sangre o 10 piscinas olímpicas de sangre) el pueblo nicaragüense y su entonces vanguardia armada, el FSLN, derrocaron a la estirpe sangrienta de los Somoza. No me gustan los adjetivos, pero acá no sobran: cruenta, sangrienta. Por fin el pueblo nicaragüense dejaba de ser un departamentito del Departamento de Estado de Estados Unidos. Los omnipresentes yankis de nuestra historia y la tuya. Ya no más Yes, Sir, Yes, Sir, Yes, Sir, hasta el infinito…
Pero estate clara, Tamara. Algunos siempre añorarán decir Yes, Sir. Ni modo. Hablar inglés, aunque solo sean dos palabras, los hace sentirse cool.
La Revolución fue muchas cosas: el fin del miedo y de la angustia, la campaña de alfabetización; los talleres populares de poesía (incluyendo los de la Policía y el Ejército), la dirección colectiva (para evitar aquello del mesianismo y el culto al espejo); la reforma agraria, la expropiación de tierras somocistas (más de la mitad del país); el divorcio unilateral; las cooperativas; las organizaciones populares ,que al fin se sentían oídas y a las que se les daba resolución a sus demandas.
Autodeterminación: me gusta esa palabra. Lamentablemente también significó la defensa de la Revolución, pues a solo días del triunfo, los de la Casa Blanca y el Departamento de Estado iniciaron su mal llamada «guerra de baja intensidad» contra Nicaragua. También estaban los abusos y miserias de los hombres y mujeres que hicieron, e hicimos, la Revolución. No hay tal hombre nuevo, por el momento.
Pero eso ya lo sabes. Quizás lo que no te conté antes fue lo personal. Para mí, que siempre me vanaglorie de mi individualidad, de mi diferencia, de mi unicidad, la Revolución me hizo ser parte de la colectividad; parte de algo más grande y mejor. Me sentía multitudes (que poético, ¿no?). Había este diálogo constante y crítico entre el pueblo y el pueblo, y entre el pueblo y su gobierno. Y ese sentimiento fue maravilloso, y al fin pude creer y crecer un poquito. Al fin ser nicaragüense no era una vergüenza.
¿Y qué fue lo que pasó?
No te sofoques, Tamara. Ya te voy a decir lo que pienso que pasó. Antes te cuento algunas cosas de mi Revolución. En 1984, cuando se intensificó la agresión yanki a Nicaragua, Manuel El Indio García, pintor primitivista (autónomo) pintó su versión del Infierno. En ese Infierno pintó, entre otras criaturas, al comandante de la Revolución, Bayardo Arce. Ahora probablemente los hubiera pintado a más o menos todos. En todo caso, el Indio García no fue a parar a ninguna ergástula ni le arrancaron las uñas ni lo exiliaron ni lo violaron con un AK47. No le pasó nada a su familia. No lo desaparecieron. O sea, lo que le pasó al Indio García fue que se hizo más famoso de lo que ya era. Joder.
Para la misma época, la organización de ciegos revolucionarios pidió armas para defender la Revolución. Mejor no veo, dije yo, pero que simpáticos y ciegos, los ciegos revolucionarios. Todos queríamos defender la Revolución. Donde fuera y como fuera, lo que no implica que no me pasara capeándome del servicio militar los diez años de la Revolución. No quería que me mataran y no quería matar a nadie. Ni a los contras ni a sus asesores yankis ni a nadie. En 1985, fui «emulado», vaya palabreja, por mi trabajo en los Talleres Populares de Cultura. Mi reconocimiento fueron las obras completas (como 100 volúmenes en pasta dura, que, me imagino, no hallarían dónde meter) del Gran Líder Camarada y Sol Naciente Kim Il Sung. Te cuento también que la vigilancia revolucionaria en Cultura era la más divertida de todas: nada de viceministros golpeándote en la cabeza. No, aquello era más bien un happening de los sesenta. Los únicos petardos que nos disparamos eran de maracafufa. Y eso que por la lucha en la frontera norte, las mejores cepas de cannabis se estropearon para siempre.
Está haciendo frio en Estelí ahora, Tamara. “Mucho más allá de mi ventana”, Elena, quien te manda saludos y mil besos como siempre, está sonando por milésima vez “Como esperando abril”. Yo prefiero Porno para Ricardo, como sabes. Acá, el coma sigue comiendo.
Pero basta de mi revolución, Tamara. Aunque no, mejor no. Te cuento una cosita más. En Julio del 79, pocos días antes del triunfo revolucionario, Carlos Amaya, que era mi mejor amigo, disparó un RP-G7 contra el comando de la guardia somocista en la ciudad de León. Siempre tuvo puntería, el Carlos. Siempre. Y esa vez fue igual. El cuartel de los esbirros quedó hecho añicos. Carlos, en un gesto homérico, se levantó de la barricada donde estaba y gritó: Patria Libre o Morir. Es decir, quiso gritar Patria Libre o Morir. Pero lo único que pudo gritar fue Patria Libre o…, pues uno de los guardias del cuartel seguía vivo y, con una 50 lo partió en dos. Dos Carlos. Ni uno de ellos vivo. Sacrificio del Cordero. Amén.
¿Murió en vano Carlos Amaya? ¿Fue otro tonto inútil? ¿Otro joven iluso que agarró la vara? ¿Otro pendejo que luchó para que los que olvidaron el plan histórico se volvieran millonarios teñidos de rojo y rodeados de sicofantes con solo la retórica de izquierda como huella de lo que un día fue?
Muchos piensan que sí fue en vano. Que se hubiera graduado. Después de todo, era el mejor de la facultad. Que tenía un gran futuro. Pero, yo, Tamara, pienso que no. Un NO bien grandote. Pienso, y sé, que murió por ese «Gran Futuro» para los 6 millones de nicaragüenses. Vendrá.
Pero se hace tarde, Tamara. Elena al fin dejó en paz a Silvio. Es cierto que hizo una canción para Nicaragua, pero, por favor. A mí me llega más la de Viglietti. El sombrero en alto de Sandino. ¿Me sentís? Para terminar de escribirte esta carta voy a ir al tornamesa y voy a poner el acetato de Coltrane de A Love Supreme que tanto te gustaba. La intensidad desatada lo llena todo. Es como las revoluciones. Ya.
Ahora sí te contesto que pasó y por qué. Es decir, te receto mi narrativa, como se dice ahora. Si no te gusta, hay muchas más. Del hombre nuevo al hambre nueva. ¿Cómo? ¿Por qué? Para 1987, los yankis y su comandante en jefe Ronald Reagan («I’m a Contra too») tenían ahorcada económica y militarmente a la Revolución. No nos daban una sola posibilidad: Minado de puertos, guerra de la Contra en ambas fronteras, 70% del presupuesto dedicado a la defensa, servicio militar obligatorio, madres viendo morir a sus hijos, viudas, huérfanos, colas para todo: el pan, el azúcar, los frijoles, el arroz, los benditos cigarros. ¿Te suena familiar? Hicieron lo de siempre: aplastar con saña lo que no les gustaba, porque en “su” traspatio empezaba a funcionar algo distinto a la propaganda del American fucking way of life. Algo de los nicaragüenses. Algo nuestro. Había que asfixiar la Revolución y lo hicieron con gusto.
Los 17 años de gobiernos neoliberales que siguieron mejor ni te los menciono. Qué asco. Ni la bendición que vino a darles el santo Papa los salvará.
La metamorfosis sufrida por la vanguardia a partir de la perdida de la Revolución en las urnas no tiene nada que envidiarle a Ovidio. Quizás el envidioso sería Ovidio, realmente. Una transformación tan radical hubiese impresionado al poeta romano. De libertadores a opresores. De «guardianes de la alegría del pueblo», a causantes del dolor del pueblo. De hombres y mujeres del pueblo, a empresarios y banqueros. De la dirección colectiva, al Comandante Zekeda. De ofrecer la sangre propia en sacrifico, a sacrificar la sangre del pueblo. La rabia, ¡coño! Paciencia, paciencia.
En fin, Tamara, todos saben lo que pasó. Hasta los de la otra narrativa. Hasta la izquierda latinoamericana que quiere seguir creyendo en los Mesías de la Tribu. O sea: The dream is over, what can I say, como dice John Lennon, bronceado y sin sus gafas, desde una banca en La Habana.
Perdón por no usar lenguaje inclusivo. Quizás la próxima.
Prometo contarte de los giros, y acerca de la hiedra y el musguito.
Seminario Archivos del Común IV: Archivos por/venir
Miércoles 27 de octubre
Nos preguntamos cómo la vida marca todas los procesos de archivo, los atraviesas con sus condiciones cambiantes, desde el quehacer cotidiano. Pensábamos cómo éste quehacer marca los procesos de memoria construidos desde lo mínimo y lo acotado. Cómo la vida íntima que se narra a sí misma al describir el mundo, y cómo el paisaje político que un archivo muestra, se configura también mediante gestos biográficos.
¿Cómo la pandemia ha supuesto una fractura en los procesos de archivos, en el trabajo cotidiano en estos y su puesta en acceso? ¿Qué tipo de trabajos cotidianos implican la sostenibilidad y el mantenimiento de archivos? ¿De qué modo se articulan las relaciones íntimas que los sostienen?
La vitalidad de los archivos supone no solo una inversión en energías que sostengan sus programas y abriguen su materialidad con infraestructura –las formas de organización de la vida común que mantienen los archivos y sus dinámicas–, sino también los modos en que el archivo afecta a la propia vida, y se redefine por las relaciones con las políticas de la vida común.
Esta cuarta versión del Seminario Archivos del Común cuenta con una programación simultánea que da paso a distintos espacios de presencialidades descentralizadas en Madrid, Santiago de Chile, Rosario, La Plata, Punta Lara y México DF. Al igual que años anteriores el seminario ha sido coordinado por el Museo Reina Sofía y la RedCSur a quienes se suman como instituciones coorganizadoras: el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), México, el Centro Nacional de Arte Contemporáneo, Santiago de Chile, Londres 38 Espacio de Memorias, Santiago de Chile, el Museo Castagnino + MACRO (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario), Rosario, Argentina, el Centro Cultural Parque de España, Rosario, Argentina, el Centro de Arte de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), La Plata, Argentina, el Centro de Arte Experimental Vigo (CAEV), La Plata, Argentina y la Casa Río Lab, Punta Lara, Argentina.
El programa del seminario Archivos del Común IV, Archivos por/venir, invoca las potencias imaginativas que radican en las prácticas y el pensamiento archivístico. Los distintos ejes propuestos están orientados a distintas experiencias que podrían ser leídas desde su capacidad para proponer alteraciones en temporalidades dominantes que constriñen la especificidad de otras cronologías poseedoras de gérmenes de futuros diferentes.
Las articulaciones que representan las prácticas archivísticas en términos de resguardo de la memoria y su dinamización, así como el modo en que permiten narrativas coexistentes y relacionadas de las diferencias y la subalternidad, son concebidas como una posibilidad inherente para futuros generadores y alternos, sujetos a desvíos por medio de prácticas insumisas que modifiquen las formas de organización del pasado y que también impliquen las condiciones de posibilidad para la experiencia sensible del presente.
Anclado en una coyuntura en que la vivencia de ciertos acontecimientos se globaliza, el seminario apuesta por aprovechar tanto las restricciones como los recursos disponibles para generar una propuesta de encuentros descentrada, por medio de sedes aliadas en Argentina, Chile y México, que faciliten formas seguras de presencialidad, que garanticen la accesibilidad y que contribuyan con la amplificación de una reflexión necesaria, según los medios disponibles, incluyendo la virtualidad. La programación incluirá participaciones sincrónicas híbridas (presenciales y virtuales), así como diversas activaciones locales consistentes en encuentros, conversatorios e intervenciones, que intensifiquen las distintas experiencias de archivos, y que abran un intersticio para el intercambio, el diálogo y la confrontación de prácticas e ideas diferentes.
Por medio de estos distintos ejes y dinámicas descentradas se propone un abordaje del futuro, tanto de los propios archivos así como de las prácticas e imaginarios asociados a estos, al tiempo de recuperar el sentido de vitalidad de experiencias sensibles e inteligibles del mundo y su porvenir, basados en las tramas de significados que los archivos resguardan o son capaces de potenciar.
Eje 1. Archivo vital – archivos de/en pandemia
Este eje abarca procesos de memoria construidos desde lo mínimo y lo acotado, pero que afectan a las fronteras de lo cotidiano; la vida íntima que se narra a sí misma al describir el mundo, y que define los contornos de un paisaje político mediante gestos biográficos. ¿Qué tipo de trabajos cotidianos implican la sostenibilidad y el mantenimiento de archivos? ¿De qué modo se articulan las relaciones íntimas que los sostienen?
La vitalidad de los archivos supone no solo una inversión en energías que sostengan sus programas y abriguen su materialidad con infraestructura –las formas de organización de la vida común que mantienen los archivos y sus dinámicas–, sino también los modos en que el archivo afecta a la propia vida, y se redefine por las relaciones con las políticas de la vida común.
Eje 2 Archivos de/en revuelta
Los archivos como una posibilidad, un deseo y una práctica en el curso de revueltas abiertas, históricas y porvenir. En los últimos años han irrumpido en distintas latitudes estallidos, mareas y protestas feministas, plurinacionales, antirracistas, populares que han demarcado nuevas formas de hacer política, gramáticas visuales y registros de experiencia. ¿Cómo se documenta una revuelta abierta? ¿Cómo se acompaña, cuida y elabora la memoria de levantamientos que modifican los regímenes de visibilidad y escucha?
Eje 3 Futuros de ficción / Ficciones de archivo
¿Qué condiciones son requeridas para modificar el modo en que percibimos el tiempo y qué tipo de efectos pueden ser previstos a partir de nuevas disposiciones de artefactos de memoria? Los léxicos que están arraigados en las comunidades nombran las experiencias comunes de forma contextualizada; pero, sometidas al desgaste que implica su uso y el sometimiento a nuevas tramas y procesos, la enunciación de los acontecimientos comunes fundamentales puede volverse incapaz de nombrar lo insólito, que dibuje de forma imaginativa, y por medio de gestos poéticos e incluso operaciones ficcionales los pequeños destellos de futuro que tintinean en el horizonte del tiempo, de modo a representar en sus contornos los modos en que se organizan gestos resistentes, el arreglo y la distribución de las memorias diferentes e históricamente silenciadas; o el registro de procesos frágiles y menores que guardan potencias de futuro.
Talleres tecnopolíticas: Herramientas para sostenibilidad de proyectos archivísticos a futuro
Los archivos plantean mediaciones de tiempos y sentidos que pueden ser reformulados y organizados según la necesidad de sujetos y comunidades; en procesos de desacuerdo, negociación y articulación. Pero esta cualidad de los archivos depende de ciertas condiciones, las cuales requieren la garantía de su sostenibilidad. Asimismo, tanto el desarrollo de tecnologías, su democratización o su inaccesibilidad, así como los contextos marcados por nuevos repartos globales de carácter asimétrico respecto a la distribución de recursos tecnológicos, suscita una pregunta respecto a cómo instrumentalizar los recursos disponibles de modo a preservar o potenciar las apuestas de distintos programas archivísticos. Este ciclo de talleres pretende ofrecer herramientas que contribuyan con los esfuerzos por sostener proyectos archivísticos, así como contemplar la posibilidad de dinámicas en asociación con recursos tecnológicos, no sólo como complemento de programas marcados por la fisicalidad, sino también para articular signos que orbitan en línea.
// Programación
Sábado 23 de octubre
Presentación Archivos de disidencias sexuales locales y regionales
Archivo de la memoria travesti trans de la Provincia de Santa Fe: Marzia Echenique y Sol Buiatti
Archivo de la Memoria trans Nacional: Emiliano Moyano
Programa de memorias políticas feministas y sexogenéricas, Sexo y Revolución (CeDInCI): María Luisa Peralta
Integrante del Archivo Histórico Maricoteca: Manu Brommer y La Lucero
Lugar: Facultad de Derecho de la UNR, Rosario I Hora: 16:30 Arg-Chile I Transmisión: La actividad se encontrará disponible de modo online a partir del lunes 25 de octubre en el canal de Youtube del CCPE y en el canal de Youtube la RedCSur
Participan archivos institucionales y autogestivos de Rosario: Museo de la Ciudad “Wladimir Mikielievich”; Museo Histórico Provincial Julio Marc; Centro Audiovisual Rosario, Archivo de la Escuela Municipal de Artes Plásticas “Manuel Musto”; Centro de Estudios Históricos e Información Parque de España; Instituto de Estudios Críticos en Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario (IECH-UNR); Biblioteca América Elda Nancy; Biblioteca Camarada; Archivo Vanguardia digital, Archivo “Memorias en el Territorio. Registro colectivo de marcas de la lucha contra la violencia institucional” de la Red de Investigaciones en Derechos Humanos | CONICET y Memoria Abierta; Sonidos de Rosario; Archivo documental del Monumento a la Bandera.
Lugar: Centro Cultural Parque de España, Sarmiento y el río, Rosario I Hora: 18:00 Chile – Arg
Registro del trabajo realizado por Territorios de Colaboración durante el 2018 y los primeros meses de 2019 incluyendo las campañas realizadas a lo largo de la Cuenca del Río Paraná y el Estuario del Río de La Plata y exhibición internacional y foro público «La Tierra No Resistirá» en el Centro Cultural Parque de España de Rosario
Lugar: Auditorio Centro de Arte UNLP (48 nº565/La Plata)/ Hora: 20:00 Esp / 15:00 Chile-Arg /14:00 Mex I Transmisión: canal de Youtube Centro Arte UNLP
Inauguración exposición Pececillo de plata. El Archivo de Arte de la UNLP
Equipo curatorial: Pablo Toledo, Santiago Regulo Martínez, Elena Sedán, Lucía Delfino y Natalia Giglietti
La exposición Pececillo de plata surgió de la voluntad de señalar el espacio físico destinado al Archivo de Arte del Centro de Arte de la UNLP. Como primer impulso vino acompañado de la búsqueda de un consenso y del enfrentamiento a una variedad todavía deslumbrante de contradicciones y zonas oscuras, como las que siempre anidan en la ficción de los archivos. Una de ellas es el peligro a su maldición, a su desaparición, a su muerte. Pero también a la nuestra, a aquello que nos devuelve como un reflejo encapsulado de lo que fuimos, al recuerdo de esa existencia que va más allá de nuestra memoria. “El archivo te buscará para matarte”, la frase de Daniel Link que resonó desde el inicio del proyecto sirve para dar cuenta del momento en que la noción dominante del archivo (como depósito, subsuelo, polvo y pasado) colapsa y revela sus efectos en el presente, desde el más íntimo y singular, hasta el más colectivo y compartido. Pececillo de plata es un modo de exponer las paradojas a las que nos enfrenta el archivo y de ensayar un modo de pensarlo, de tratarlo, de mostrarlo que avive la experiencia, la sensorialidad, el andar a tientas.
Asamblea gráfica está concebida como una plataforma de activación de la Colección de publicaciones de arte impreso del Archivo de Arte de la UNLP. Una asamblea que permita aproximar a los diversos modos de coordinación impresa. Un encuentro de editores, fanzinerxs y gráficxs que pretende activar los artefactos gráficos a la vez que concentra cuerpos, memorias y relatos en primera persona, intentos, fracasos, y potenciales horizontes político-afectivos compartidos. De este modo, se intenta señalar pequeños desajustes en el modo de exhibir una colección, reponiendo fragmentariamente la trama de vínculos y afinidades que posibilitan la existencia de cada publicación, y sus múltiples derivas y migraciones.
Lugar: Archivo de Arte del Centro de Arte UNLP (48 nº565) I Hora: 20:00 Esp/ 15:00 Chile-Arg/ 14:00 Mex I Transmisión:canal de Youtube Centro Arte UNLP
El despliegue. Recorrido guiado por la Colección de publicaciones de arte impreso del Archivo de Arte de la UNLP
A cargo de Corina Arrieta y Juan Simonovich
El despliegue es un recorrido guiado por la Colección de publicaciones de arte impreso del Archivo de Arte de la UNLP para acercarse a las materialidades y a los formatos que la componen.
Lugar: Archivo de Arte del Centro de Arte UNLP (48 nº565) I Hora: 15:00 a 16.30 Chile-Arg
Video activación del Señalamiento XIII, de Edgardo A. Vigo (Punta Lara, 1973-2021)
Video activación del “Señalamiento 13: La Contemplación” realizado por Edgardo Antonio Vigo en Punta Lara, Ensenada, hacia 1973. En el mismo lugar -cuarenta y ocho años después- un grupo de personas se juntan a señalar aparentemente la misma costa del Río de La Plata.
Centro de Arte Experimental Vigo. “Ensayo sobre la dispersión”
Charla performática con material de archivo del Centro de Arte Experimental Vigo. Reflexiones sobre la comunicación a distancia entre semillas y papirolas, voces espectrales, proyecciones y máquinas del pasado.
Museo de la Economía Política del Arte: Alicia Herrero
Carlos Gómez: José Luis Landet
El archivo muerto y otros vestigios: Andrés Orjuela
Lugar: Auditorio Centro de Arte UNLP (48 nº565) (La Plata, Arg) I Hora: 21:00 Madrid/ De 16 a 18h Chile-Arg/ 15:00 Mex I Transmisión:canal de Youtube Centro Arte UNLP
Activación del colectivo Memoria Travesti-Trans de Santa Fe
El colectivo Memoria Travesti-Trans de Santa Fe presentará fragmentos de su archivo en el piso 6 del Macro hospedándose en la propuesta de la Cátedra Posporno de la Facultad de Humanidades y Artes (UNR). Además de la proyección se realizarán a lo largo de la noche activaciones performáticas en el mismo piso. La actividad se realizará en el contexto de la Noche de Museos Abiertos de la 4 quincena del Arte Rosario y como parte de la programación del coloquio Archivos del Común IV.
Lugar: Museo de arte contemporáneo de Rosario, Bv. Oroño y el río Paraná I Hora: de 18 a 24 horas Arg-Chile
Sábado 30 de octubre
Taller tecno políticas de archivo
Facilita: Ana Mina Sánchez
Lugar: MNCARS, Madrid I Hora: 11:00 Madrid / 6:00 Chile-Arg / 4:00 Mex
Taller investigativo de zonas críticas socio-ambientales
En el marco de Simbiología, exposición realizada en conjunto por la Secretaría de Patrimonio Cultural, el Centro Cultural Kirchner y el Ministerio de Cultura de la Nación. Caminata desde el CCK hacia la Reserva Ecológica Costanera Sur, con destino final a Rodrigo Bueno. Coordinada por Casa Río junto al abogado Enrique Viale y los arquitectos Pío Torroja y Mauricio Corbalán (m7red)
Actividad con inscripción previa, cupo máximo 30 personas.
Lugar: CCK (C.A.B.A) I Hora: 10:000 a 15:00 Chile – Arg
Domingo 31 de octubre
Casa Rio Abierta
Espacio de encuentro e intercambio sobre prácticas territoriales coordinadas desde Casa Rio a partir de exposición de material del Proyecto Territorios de Colaboración y Radio Mutante abierta
Lugar: Casa Rio, Calle 42 entre 23 y 21, Villa del Plata, Punta Lara (Argentina) I Hora: 16:00 Madrid / 11:00 Chile-Arg / 9:00 Mex I Transmisión: Youtube Casa Río
We share and celebrate a double launch: the birth of the Pasafronteras publisher of RedCSur and its first book project, Archives of the Commons II: The Anomic Archive, designed by Lucía Bianchi and Ramiro Álvarez.
In the past few years, we have seen emerging alternative and autonomous experiences of archive management and production that move away from the legitimized principles and regulations to explore the possibilities of the common. If what is common implies to leave the logic of property, if it implies to work against the privatization of knowledge and to abandon the consideration of what is public as exclusive patrimony of the State, the challenge is to find collaborative ways of production, distribution and circulation of knowledge. The experiences tackled in this book multiply the ways of conceiving and facilitating access to different types of documentary collections, so as to favor the plural becoming of history and its different writing and re-writing, elaborating and re-elaborating, in a continuous movement, that what we can call common.
With texts from de Nancy Dantas-Center for Curating the Archive, Graciela Carnevale- Archivo Graciela Carnevale, Lani Hanna-Interference Archive, May Puchet-RedCSur, Philippe Artières, Daniel G. Andújar, Alessandro Ludovico, Red Conceptualismos del Sur, Paulina Bravo-Archiveras sin fronteras, Kristóf Nagy-Artpool Research Center, Eva Weinmar-Piracy Proyect, Maite Muñoz Iglesias,LACA YAXS, Ernesto Oroza-Desobediencia tecnológica, Gareth Bell-Jones- The Flat Time House, Francisco Brives, Néstor Prieto, María Gil, Patricia Rodriguez, Elsa Velasco-Museo La Neomudéjar.
* Nuevo número de la revista digital de la RedCSur *
Entre mayo y julio de 2020, confinadas en diferentes lugares del mundo, las integrantes del equipo editorial de Des-bordes, mantuvimos un diálogo semanal, una suerte de “conversación aleatoria que permite derivas impensadas cuando parecía que nos quedábamos sin palabras”, como lo ha definido Graciela Carnevale. De esa deriva conversacional y en eco a diferentes acciones, surge la propuesta de este nuevo número polifónico y epistolar que interroga desde voces en primera persona, las actuales condiciones de vida. Pensamos el espacio de trabajo de Des-bordes como un resguardo frente a las exigencias del contexto para dar respuestas en diferentes velocidades.
Desde donde se la mire, la situación es muy grave. La pandemia parece estar afirmando procesos que llevan a una exterminación de clase. A través de distintos caminos desde la destrucción de economías, la represión o la mayor exposición al contagio, definitivamente se manifiesta un desprecio por la vida de las clases más bajas.
Al mismo tiempo parece haber un trastoque irreductible de la histórica linealidad temporal. El desarrollo global de esta pandemia ha determinado diferentes futuros co-habitando con múltiples presentes. La experiencia de un tiempo trastocada también atraviesa esta edición.
El número anterior de Des-bordes desplegaba experiencias en América Latina y Europa del Este, remitiendo a una diversidad de contextos y temporalidades. Así es que hemos pedido a l+s autor+s del número anterior, una carta interrogando esa “normalidad” que sus propios textos denunciaban ya en 2019. De alguna manera, este es un canal que abre Des-bordes hacia la campaña #LANORMALIDADERAELPROBLEMA, impulsada por la RedCSur, la Fundación de los Comunes y el Institute of Radical Imagination en diálogo con el Museo Reina Sofía y realizada entre junio y septiembre de 2020.
Como modo de perpretar y expandir el diálogo, al hilo de las cartas recibidas, diferentes artistas han enviado una reflexión visual en diálogo con una misiva.
De alguna manera, esta edición de Des-bordes, actualiza la idea del arte correo, y del cultivo de redes transnacionales, abriéndose a la posibilidad de un tiempo tentacular donde cada carta y sus resonancias puedan hablarle al presente, al pasado o al futuro.
Remitentes/contibuyentes en este número: Carolina Andreetti, Marcos Benítez, Lucía Bianchi, Patricia Carabalí Mozorongo, Damián Cabrera, Graciela Carnevale, Oscura Díaz, Francisca Fernández Drogett, Cooperativa La Voz de la Mujer, Matteo Locci, Elena Lucca, Ana Lucía Maldonado, Jocelyn Muñoz Baéz, Angélica Muñoz, Miguel D. Norambuena Cristina Piffer, Bojana Piškur, Henry Ramírez Soler, Cynthia Shuffer, Mabel Tapia, Basak Tuna, César Valencia, Paulina Varas, Pedro Vargas, Hugo Vidal, Jaime Vindel.
La RedCSur invita a la conferencia de lanzamiento del Archivo de Clemente Padín en archivosenuso.org y a la celebración de su institucionalización en base a la donación al Archivo General de la Universidad de la República (Uruguay).
Contaremos con la participación del artista Clemente Padín, investigador+s de la RedCSur Fernando Davis, May Puchet e Isidora Neira (RedCSur) y representantes del AGU Vania Markarian y Julio Cabrio.
El Archivo Clemente Padín reúne documentos en múltiples formatos y diversos contenidos: revistas, libros, discos, fotografías, libros de artistas, libros de poesía visual, concreta, fonética, cassettes de audio, CD, VHS, DVD, objetos tridimensionales, reprografías, programas, facsímiles, obras, afiches, remeras, folletos, etc. Estos fueron conformados por Padín a partir de su labor como editor de las revisas Los Huevos del Plata y OVUM, y su práctica como performer y promotor de la poesía visual y experimental, mediante puentes con proyectos similares en países latinoamericanos y de otras latitudes. En 1977, durante la dictadura cívico-militar uruguaya, Padín fue encarcelado y su archivo fue confiscado y nunca fue recuperado. Con la instauración de la democracia en Uruguay, Padín realizó gestiones para la reconstrucción de su archivo con el apoyo de cerca de 200 personas con quienes estableció una red colaborativa y solidaria, por lo que un sector importante de este corpus documental está conformado por arte correo.
El Archivo de Clemente Padín es emblemático para las políticas de archivo de la RedCSur, al tratarse de uno de los primeros proyectos de catalogación, conservación, digitalización y apertura pública de un archivo de artista impulsada por la Red, a partir de una política común de archivos que busca su integridad, localización, accesibilidad y la co-responsabilidad en su gestión.
Actualmente, el archivo se encuentra alojado en el Archivo General de la Universidad de la República del Uruguay, institución a la que fue donado, en tanto la zona del archivo que está disponibilizada en archivosenuso.org corresponde a archivos, libros, libros de artistas, boletines y videos, los cuales proceden de zonas diversas como Uruguay, Chile, Alemania, Gran Bretaña, Cuba, Colombia, Italia, Países Bajos, Estados Unidos y Argentina.
Clemente Padín, Oriundo de Lascano, Rocha, Uruguay (1939). Poeta experimental, artista y diseñador gráfico, performer, curador, videísta y networker. Licenciado en Letras en la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Dirigió, entre otras, Los Huevos del Plata y OVUM 10 entre 1969 y 1975. Entre otras distinciones fue invitado a la XVI Bienal de San Pablo (1981) y a las Bienales de La Habana (1984 y 2000), Cuenca, Ecuador (2002) y la 2da. Bienal de Arte en Tesalónica, Grecia, (2009). Becado por la Academia de Artes y Letras de Alemania (1984). Ha dictado seminarios sobre poesía experimental, performance y arte correo en todo el mundo. Fue docente en el IUNA de la URBA, Buenos Aires, Argentina, en el posgrado “Lenguajes Artísticos Combinados”. Desde la performance "La Poesía Debe Ser Hecha por Todos", Montevideo, 1970, ha realizado cientos de ellas y es autor de 25 libros y centenares de notas y artículos. Ha realizado más de 20 exposiciones individuales y más de 500 colectivas. Ha sido distinguido con el Premio Pedro Figari a la trayectoria artística en su país, Uruguay, 2005. Fue honrado con el Premio 400 AÑOS de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2015 y el Centre George Pompidou le adjudicó el Premio de Honor Bernard Heidsiek, en 2019, París, Francia.
May Puchet, Investigadora, curadora, docente y artista visual. Magíster en Filosofía Contemporánea. Licenciada en Artes Plásticas y Visuales. Investiga sobre las prácticas conceptuales en Latinoamérica y los vínculos entre estética y política. Ha publicado libros y artículos y participado en congresos y seminarios internacionales. Premio Nacional de Literatura, categoría Ensayo sobre Arte, 2016. Integra la Red Conceptualismos del Sur y actualmente coordina el proyecto “Conservación, digitalización y apertura pública del Archivo Padín. Segunda etapa”.
Fernando Davis, Profesor e investigador de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Nacional de las Artes y curador independiente. Dirige el proyecto de investigación “Desajustes sexuales a la historia del arte desde el sur. Tecnologías de archivo, visualidades críticas y temporalidades queer”, radicado en el Instituto de Investigación en Producción y Enseñanza del Arte Latinoamericano (IPEAL) de la Facultad de Artes de la UNLP (período 2020-2024). Es autor de los libros Juan Carlos Romero. Cartografías del cuerpo, asperezas de la palabra (2009), Romero (2010), Luis Pazos. El fabricante de modos de vida. Acciones, cuerpo, poesía (2013), Horacio Zabala, desde 1972 (2013), Poéticas oblicuas. Modos de contraescritura y torsiones fonéticas en la poesía experimental (1956-2016) (2016) y La herencia indócil de los espectros. Obras de Cristina Piffer (en prensa). Integra desde su fundación en 2007 la Red Conceptualismos del Sur. En el marco de las políticas de archivo impulsadas por la Red, trabajó desde inicios de 2009 en las acciones de investigación y diagnóstico del Archivo Clemente Padín y, más tarde, en la coordinación (desde la Red) de la digitalización de las primeras zonas del archivo.
Isidora Neira Ocampo, Historiadora del Arte y Archivera. Desde 2015 forma parte del equipo tras el Archivo de Guillermo Núñez que tiene como objetivo difundir, democratizar y asegurar el acceso público a la obra del artista. Es parte de la organización Archiveras sin Fronteras – Chile y de la Red de Conceptualismos del Sur en la que ejerce como coordinadora del Nodo Archivos. Actualmente se encuentra a cargo de la creación del Archivo Histórico del Museo de Arte Moderno de Chiloé (MAM Chiloé).
Vania Markarian, Doctora en Historia por Columbia University. Es Responsable del Área de Investigación Histórica del Archivo General de la Universidad de la República e integra el Sistema Nacional de Investigadores de Uruguay. Ha sido profesora visitante en varias universidades latinoamericanas y de Estados Unidos, entre ellas UNGS, UFMG, Columbia University, CUNY y Princeton University. Actualmente es la Presidenta de la Asociación Uruguaya de Historiadores. Entre sus muchas publicaciones se destacan Idos y recién llegados: La izquierda uruguaya en el exilio y las redes transnacionales de derechos humanos (1967-1984), antes publicado como Left in Transformation: Uruguayan Exiles and the Latin American Human Rights Networks y El 68 uruguayo: El movimiento estudiantil entre molotovs y música beat, también publicado en inglés por University of California Press. Su último libro es Universidad, revolución y dólares: Dos estudios sobre la Guerra Fría cultural en el Uruguay de los sesenta (Montevideo: Debate, 2020).
Julio Cabrio (Maldonado, Uruguay, 1978). Tiene formación en filosofía por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UDELAR), desde 2009 es Licenciado en Artes con especialización en fotografía por la Escuela Nacional de Bellas Artes (UDELAR). Al mismo tiempo, desde 2012, integra el equipo del Laboratorio de Preservación Audiovisual del Archivo General de la Universidad (Uruguay) como especialista en preservación, realizando además tareas de investigación y docencia. En 2013 realizó, junto a Clara von Sanden, un informe sobre las películas uruguayas en el Archivo Nacional de la Imagen y el archivo de la Cinemateca Uruguaya, trabajo coordinado por el Instituto del Cine y el Audiovisual del Uruguay (ICAU). Durante 2015 y 2016 trabajó en el Media Preservation Lab de Bobst Library NYU y ha realizado su semestre de pasantía en la sección Archive & Libraries de Brooklyn Museum en Nueva York. Ha participado como co-organizador de numerosos encuentros internacionales como APEX-MIAP (Audiovisual Preservation Exchange), ha realizado otras pasantías en el exterior en el Departamento de Multimedios de Human Rights Watch y en el archivo fílmico de movimientos sociales del Interference Archive (NYC, 2016). Actualmente es maestrando del programa Arte y Cultura Visual de IENBA (UDELAR) e integra el Grupo de Estudios Audiovisuales (GestA) para el desarrollo de su línea de investigación.
La RedCSur invita al Círculo de la Palabra Oír Palestina, actividad pública a ser realizada vía streaming como parte de una campaña abierta de solidaridad internacional.
Los círculo de la palabra son instancias de escucha situada donde aproximarse a las experiencias y reflexiones de distintas latitudes. En esta ocasión la palabra rotará en torno a las luchas históricas y las acciones solidarias en favor del pueblo palestino, el lugar de la diáspora y la amenaza existencial hoy atraviesa Palestina a raíz de las amenazas anexionistas. Un círculo para la afectación sur-sur sobre la situación que atraviesa el pueblo palestino y un principio de saber para la acción política.
Moderado por Ana Longoni, el círculo contará con la participación de:
Lina Meruane, escritora chilena, autora de «Volverse Palestina»
Rodrigo Karmy, profesor e investigador del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile
S.E. Husni Abdel Wahed, periodista palestino, actual embajador del Estado de Palestina en Argentina
Luis Carlos Domínguez Prada, abogado colombiano, especialista en análisis político, defensor de D.D.H.H.
Fabricio Arnella, periodista de Adelante! y militante del Partido Comunista Paraguay
La campaña Oír Palestina consiste en un llamado de solidaridad internacional ante los nuevos avances de ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel, la intensificación de las acciones para la anexión de Cisjordania, coincidentes con la pandemia de Covid-19 y las negociaciones entre Israel, Emiratos Árabes con Estados Unidos como intermediario, sin presencia ni voz del pueblo palestino. Desde la RedCSur hacemos un llamado a oír Palestina, y expresar nuestra solidaridad y complicidad con el pueblo palestino que habita dentro y fuera de este territorio.
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Círculo de la palabra: Oír Palestina
Día: Domingo 23 de agosto, 2020
Horario: a las 10:00 hrs. (Chile/Paraguay), 11:00 hrs. (Brasil/Uruguay/Argentina), 09:00 hrs. (Colombia), 17:00 hs. CET, 18:00 hrs. (Palestina)
O contexto da pandemia que estamos vivendo globalmente tem amplificado todas as desigualdades das quais se alimenta o sistema de acumulação do capital: as desigualdades de gênero (mais violência nos lares a portas fechadas; sem escola nem centros para idosos, mais carga de trabalho de cuidado para mulheres; mais assédio nos canais online…); as desigualdades dos regimes de fronteira; as desigualdades na divisão internacional do trabalho, dentre muitas outras. Ao mesmo tempo, todos os bens públicos têm entrado em erosão, como mostra o estado dos sistemas de saúde do mundo todo. Essa era e é nossa normalidade.
Diante desta situação, os governos de diferentes partes do mundo promovem de distintas maneiras uma espécie de retorno à normalidade baseada na coerção de corpos, as restrições, a continuidade de processos de empobrecimento e as lógicas necropolíticas.
É por isso que fazemos um chamado internacionalista a pôr corpo, palavras, respiração a #ANormalidadeEraOProblema promovendo, desde as perspectivas concretas que habitamos, reflexões, perguntas e respostas, em forma de palavras, clipes audiovisuais, fotos, collages, sons…
A campanha começa no dia 3 de junho, nas redes sociais, e é veiculada durante todo o mês. Até 30 de junho, as contribuições podem ser enviadas ao e-mail: normalitywastheproblem@gmail.com
Os microscópios de estudos de virologia têm trabalhado duro nestes últimos meses para achar a origem, as formas de contágio e as maneiras de nos enfrentar ao Covid19. Ainda há muito caminho por percorrer, mas não cabe dúvida de que encontrarão respostas a boa parte das perguntas e necessidades.
Enquanto isso, as lupas dos espaços ativistas e militantes, das classes populares empobrecidas e dos espíritos inquietos, desconfortáveis e críticos com o status quo têm observado o aumento dramático do efeito implacável de um vírus previamente conhecido contra o qual ainda não pudemos nos vacinar: o vírus do sistema econômico e social inclusive mais letal que identificamos com a normalidade.
De fato, nestes tempos de pandemia tem se visibilizado e ampliado até dimensões insustentáveis todas as desigualdades das quais se alimenta o sistema de acumulação do capital: as desigualdades de gênero (mais violência nos lares a portas fechadas, mais carga de trabalho para mulheres sem escolas nem centros para idosos, mais assédio nos canais online…); as desigualdades dos regimes de fronteira (pessoas sem documentos não podem acessar as medidas de urgência desenvolvidas pelas instituições): as desigualdades na divisão internacional do trabalho (os diferentes países se enfrentam ao mesmo vírus com recursos muito diferentes, sistemas de saúde, condições materiais da população…). E muitas outras.
Isso que chamávamos normalidade tem se revelado como uma autêntica distopia.
Por isso, enquanto os governos falam de voltar à normalidade, ou de alcançar uma nova normalidade, os olhares, corpos, energias daqueles que buscamos uma transformação emancipadora dessa monstruosa realidade normalizada, construímos paradigmas, alianças e práticas que nos orientem em direção a outros horizontes.
Mas como traduzir esse desejo potente em passos concretos, aterrissados, situados? Como nos vacinamos contra os efeitos de uma crise econômica maior que a de 2008 e com umas forças políticas de extrema direita que pugnam por capitalizar o mal-estar gerado pelos estragos materiais causados pela pandemia?
Como nos desviamos de um retorno as perigosas promessas de salvação dos Estados-nação para buscar novas alianças e formas de cooperação de escala internacional?
Como seguir curto-circuitando os espaços de acumulação de capital as custas dos nossos recursos de vida? Como subtrair da mercantilização nossas casas, bairros, cidades, povos: a água, o ar, o espaço público, o meio ambiente natural e urbano? Como fazemos do cuidado uma política coletiva e transformadora que intervêm nos horizontes trans-fronteiriços?
Como sustentar a possibilidade aberta pelas explosões sociais e revoltas que tem se levantado em distintas latitudes contra a normalidade precária? O que fazemos para que a distância física não devenha isolamento social? Como se transformam os repertórios de ação de protesto e articulação durante e após o confinamento?
Como defender e proteger os bens públicos (sistemas educativos, instituições culturais, sistemas de segurança social, sistemas de saúde) e criar outros novos sob regimes de administração do comum capazes de superar os perigos de setores “públicos” cada vez mais ameaçados pelas garras das elites financeiras?
Como sair da economia financeirizada que coloca no centro a acumulação para articular a organização social em torno às necessidades e desejos de umas vidas dignas, autônomas, emancipadas?
Esta campanha convida a propor (em forma de palabras, de clipes de vídeo, de fotos, de collages, de sons…) desde nosso canto específico do mundo, desde a perspectiva concreta que habitamos, mais perguntas e mais respostas para adubar o desafio colossal de um desejo globalmente compartilhado: