ARCHIVO ROMERO POR/VENIR

LLAMAMIENTO

El archivo de Juan Carlos Romero fue durante toda su vida un espacio de construcción colectiva. Fuimos muchxs lxs que lo consultamos y también lxs que dejamos allí “algo” especial que pensamos podría interesarle (a él o a quien fuese a revisarlo un tiempo después). Así, pero sobre todo por la práctica archivera contínua, apasionada y sistemática del propio Juan Carlos, el archivo se fue poblando de publicaciones, libros, revistas, afiches, obras gráficas, pequeños objetos, libros de artistas, cajitas de metal o cartón cargadas de objetos, papeles, fotos, recortes, entre muchas otras “reliquias”. Cada material tenía su pequeña gran historia, había llegado de la mano de alguien en una circunstancia especial y por ello se había ganado su espacio en ese archivo que nunca dejó de crecer. Romero atesoraba en su memoria y en su hacer cada objeto y su historia, y alcanzaba con preguntarle para desatar un relato y para saber dónde estaba ubicado cada documento, de dónde había llegado, si guardaba algún material de tal o cual suceso…

Enterarnos de la disolución, venta, dispersión y consiguiente desaparición de ese archivo como proyecto colectivo y público, en las circunstancias en que ello sucedió luego de la muerte de Juan Carlos en 2017 (véase por ejemplo https://www.clarin.com/cultura/venden-exterior-mayor-archivo-afiches-politicos_0_bb1kOj1ZE.html), fue y es una noticia que aún nos cuesta digerir y a la que no podemos resignarnos. Ante esta pérdida pero también movidxs por la pulsión archivera que aprendimos con Romero, imaginamos este proyecto, esperando que (nos) ayude a reparar al menos en parte esa pérdida, que afecta gravemente la memoria colectiva. Sabemos que es inviable aspirar a recuperar el archivo en su totalidad, pero quizá no lo sea impulsar entre muchxs un proyecto capaz de reconstruir o reinventar algunas zonas de su archivo a partir de multiplicar sus modos de hacer, y volviéndolo un gesto colectivo, incluyendo incluso aquellos materiales que suponemos que se hubieran sumado si hubiese seguido existiendo en los años recientes. Se trata, pues, de retomar y continuar el archivo de Romero, invocando su pasión generosa por reunir, guardar y compartir preguntas y hallazgos.

Inspiradxs en la experiencia del artista conceptual Clemente Padín, quien perdió su archivo por acción de las dictaduras uruguaya y chilena cuando era preso político y logró recuperarlo luego gracias a la solidaridad internacionalista (véase la historia completa acá), estamos convocando a artistas, activistas, investigadores, amigxs de Romero a ser partícipes de este gesto colectivo, enviando materiales (fotos, videos, afiches, revistas y fanzines, objetos y otros documentos) vinculados a distintas iniciativas en las que participó Romero o que continúan su huella. Les invitamos a sumarse a este “Archivo Romero por/venir”. 

Partimos de la tristeza que nos produce esa falta, pero también de la certeza de que muchxs de nosotrxs hemos conservado fragmentos de ese archivo (porque Romero nos los compartió, o porque fuimos parte de su hacer). No aspiramos a completar un archivo cerrado, sino a emprender el gesto de (re)construir y reinventar un archivo del común, siempre en proceso, siempre colectivo, siempre fragmentario e inacabado. “Activar la imaginación archivística” (tal como propone el llamamiento Por una política común de archivos) como un modo de conjurar esa pérdida e invocar nuevas formas de hacer archivo que permitan alimentar nuevas investigaciones, usos y activaciones. 

Proponemos una primera fase de tres años (2022-2024), tiempo suficiente para reunir material (impreso y digital) vinculado a distintas iniciativas en las que Juan Carlos participó o impulsó, conservarlo, ordenarlo, clasificarlo, y disponerlo a la consulta pública. El material estará disponible a la consulta en físico y en la web de archivos en uso (www.archivosenuso.org), así como en otras iniciativas afines que multipliquen su acceso.

Estamos empezando a buscar algún apoyo o subsidio que permita encarar esta primera fase. En una etapa posterior se espera realizar una publicación y una exhibición que den cuenta del proceso y activen el nuevo archivo.

Esperamos que se unan a esta iniciativa de múltiples maneras: colaborando con el proyecto, enviando material, difundiendo y apoyando esta convocatoria… Hemos abierto una casilla de mail a la que pueden enviarnos sus propuestas (archivoromeroxvenir@gmail.com). Allí mismo, recibiremos los envíos de documentos digitales o fotos en formato JPG o TIFF o PDF en 300 dpi. Si se trata de materiales físicos nos pueden contactar por allí mismo para combinar la entrega o bien las pueden enviar por correo postal a Archivo Romero por/venir, Pasaje Evaristo Carriego 1023 (1406) CABA, Argentina. Adjuntamos al final una breve ficha para que nos provean información de los materiales.

Les mandamos un gran abrazo,

Archivo Romero por/venir

Grupo impulsor: Lucía Bianchi, Lucía Cañada, Fernando Davis y Ana Longoni (Red Conceptualismos del Sur)Con apoyo de la Red Conceptualismos del Sur

Primeras adhesiones: Archivo Hotel Dadá, Eden Bastida Kullick, Silvio De Gracia, Javier Del Olmo, Liliana Di Negro, Fundación Luis Felipe Noé, Andrés Garavelli, Marcelo Lo Pinto, Ana Maldonado, Samuel Montalvetti, Ana Montenegro, Sandra Mutal, Luis Felipe Noé, Hilda Paz, Juan Pablo Pérez, Cristina Piffer, Rebekah Pite, Elvio Romero, Elga Romero, Viviana Sasso, Alejandro Thornton, Hugo Vidal, Ivana Vollaro…

Pueden seguirnos en:

IG: @archivoromeroporvenir

FICHA para el envío de material

El envío puede estar acompañado por toda la información que permita contextualizarlo (sobre la realización de la pieza, sobre cómo llegó a sus manos, etcétera). Les compartimos una breve ficha para completar con algunos datos del material que envían:

-Autor/es o colectivo

-Título/nombre

-Año

-Lugar

-Tipo de material y formato

-Breve descripción o relato (escrito y/o sonoro) sobre el material o la acción enviada

Campanha: A normalidade era o problema

Apresentação da campanha

O contexto da pandemia que estamos vivendo globalmente tem amplificado todas as desigualdades das quais se alimenta o sistema de acumulação do capital: as desigualdades de gênero (mais violência nos lares a portas fechadas; sem escola nem centros para idosos, mais carga de trabalho de cuidado para mulheres; mais assédio nos canais online…); as desigualdades dos regimes de fronteira; as desigualdades na divisão internacional do trabalho, dentre muitas outras. Ao mesmo tempo, todos os bens públicos têm entrado em erosão, como mostra o estado dos sistemas de saúde do mundo todo. Essa era e é nossa normalidade.

Diante desta situação, os governos de diferentes partes do mundo promovem de distintas maneiras uma espécie de retorno à normalidade baseada na coerção de corpos, as restrições, a continuidade de processos de empobrecimento e as lógicas necropolíticas.

É por isso que fazemos um chamado internacionalista a pôr corpo, palavras, respiração a #ANormalidadeEraOProblema promovendo, desde as perspectivas concretas que habitamos, reflexões, perguntas e respostas, em forma de palavras, clipes audiovisuais, fotos, collages, sons…

A campanha começa no dia 3 de junho, nas redes sociais, e é veiculada durante todo o mês. Até 30 de junho, as contribuições podem ser enviadas ao e-mail: normalitywastheproblem@gmail.com

Ou faça o upload diretamente aqui: https://drive.google.com/drive/folders/1C8HyScMdxBkIByu-5hkQmA4ZUgiOhsYl?usp=sharing

As contribuições serão publicadas aqui:
https://www.instagram.com/normalitywastheproblem/

A NORMALIDADE ERA O PROBLEMA

Os microscópios de estudos de virologia têm trabalhado duro nestes últimos meses para achar a origem, as formas de contágio e as maneiras de nos enfrentar ao Covid19. Ainda há muito caminho por percorrer, mas não cabe dúvida de que encontrarão respostas a boa parte das perguntas e necessidades.

Enquanto isso, as lupas dos espaços ativistas e militantes, das classes populares empobrecidas e dos espíritos inquietos, desconfortáveis e críticos com o status quo têm observado o aumento dramático do efeito implacável de um vírus previamente conhecido contra o qual ainda não pudemos nos vacinar: o vírus do sistema econômico e social inclusive mais letal que identificamos com a normalidade.

De fato, nestes tempos de pandemia tem se visibilizado e ampliado até dimensões insustentáveis todas as desigualdades das quais se alimenta o sistema de acumulação do capital: as desigualdades de gênero (mais violência nos lares a portas fechadas, mais carga de trabalho para mulheres sem escolas nem centros para idosos, mais assédio nos canais online…); as desigualdades dos regimes de fronteira (pessoas sem documentos não podem acessar as medidas de urgência desenvolvidas pelas instituições): as desigualdades na divisão internacional do trabalho (os diferentes países se enfrentam ao mesmo vírus com recursos muito diferentes, sistemas de saúde, condições materiais da população…). E muitas outras.

Isso que chamávamos normalidade tem se revelado como uma autêntica distopia.

Por isso, enquanto os governos falam de voltar à normalidade, ou de alcançar uma nova normalidade, os olhares, corpos, energias daqueles que buscamos uma transformação emancipadora dessa monstruosa realidade normalizada, construímos paradigmas, alianças e práticas que nos orientem em direção a outros horizontes.

Mas como traduzir esse desejo potente em passos concretos, aterrissados, situados? Como nos vacinamos contra os efeitos de uma crise econômica maior que a de 2008 e com umas forças políticas de extrema direita que pugnam por capitalizar o mal-estar gerado pelos estragos materiais causados pela pandemia?

Como nos desviamos de um retorno as perigosas promessas de salvação dos Estados-nação para buscar novas alianças e formas de cooperação de escala internacional?

Como seguir curto-circuitando os espaços de acumulação de capital as custas dos nossos recursos de vida? Como subtrair da mercantilização nossas casas, bairros, cidades, povos: a água, o ar, o espaço público, o meio ambiente natural e urbano? Como fazemos do cuidado uma política coletiva e transformadora que intervêm nos horizontes trans-fronteiriços?

Como sustentar a possibilidade aberta pelas explosões sociais e revoltas que tem se levantado em distintas latitudes contra a normalidade precária? O que fazemos para que a distância física não devenha isolamento social? Como se transformam os repertórios de ação de protesto e articulação durante e após o confinamento?

Como defender e proteger os bens públicos (sistemas educativos, instituições culturais, sistemas de segurança social, sistemas de saúde) e criar outros novos sob regimes de administração do comum capazes de superar os perigos de setores “públicos” cada vez mais ameaçados pelas garras das elites financeiras?

Como sair da economia financeirizada que coloca no centro a acumulação para articular a organização social em torno às necessidades e desejos de umas vidas dignas, autônomas, emancipadas?

Esta campanha convida a propor (em forma de palabras, de clipes de vídeo, de fotos, de collages, de sons…) desde nosso canto específico do mundo, desde a perspectiva concreta que habitamos, mais perguntas e mais respostas para adubar o desafio colossal de um desejo globalmente compartilhado:

#ANormalidadeEraOProblema
#LaNormalidadEraElProblema
#NormalityWasTheProblem
#NotBackToNormality
#NoWayBackToNormality

OUTBREAK

Photo Javiera Manzi – Design Lucía Bianchi

Mass evasion. The high school students shout of “mass evasion, not paying is another way of fighting” that started out the social unrest in Chile was not only a rejection of the precarisation of life in the Latin American country where neoliberalism has established its deepest roots. It also enhances, transforms and returns like from below the evasion that those above them already had license to benefit from. This is a revolt of those who remain tied to dispossession, tied to an unpayable debt, against those who enjoy unimaginable riches. This fugitive, lawless spark, this untrammelled rage that multiplied itself through the underground tunnels and through the urban spaces of Santiago, from which it moved to one city after another throughout the country provided an escape route for disobedience, one that has provoked a profound and irreversible schism.

We energetically denounce and repudiate the decision of the Chilean government of allowing the military on the streets. The behaviour of the right in government is not the product of any “clumsiness”. It is clear that the words by the president describing what is going on in Chile as a “war” was aimed at mobilising a politics of shock that is well-known to us, producing an internal enemy that allows them to split the good citizens from the bad in order to justify the terror, to justify death. This is the response of a government that defends the interests of economic elites through extractivist policies and the privatization of common goods and services. A government that exercises daily violence by reproducing a structural inequality that has become unbearable to most Chileans.

Something has cracked. Something has broken off from the call to order, making us inhabit a state of disorientation that forces us to move, something that also manifests itself as solidarity and joy. We hear a deafening murmour that is impossible to ignore.

Inequality and structural violence are replicated and resonate in the explosions of resistance in Ecuador and Perú, in Catalonia, Francia, Hong Kong and Libano, in Puerto Rico, Argelia, Indonesia, Sudan, Colombia, Haiti, Honduras in a way that allows us to touch for a moment the indomitable outside of the structures we live in, and live within us.

We call for international solidarity and for demonstrations in all Chilean embassies and consulates

We call for the repudiation of all forms of militarization and repression.

We call for the end of the media blackout.

Our murmour will be deafeaning: NO+ BECAUSE WE ARE +

AWAY WITH FEAR

GRAPHIC CAMPAIGN:

We call for a graphic campaign that will allow us to disseminate and visibilise information. Works to be downloaded and activated in every context given the vertiginous turn of events.

Aimed at artists, collectives, amateurs and anyone interested

1 – Each artist or collective can send an unlimited number of images.

2 – Work could be in any medium

3 – We recommend that images are easy to print and in a resolution of 300 dpi, either in colour or black and white.

4 – Images should be sent as attachments to redcsur@gmail.com enclosing the following details:

Name of the author or collective / Town and country / E-mail / Title / Technique / Format / Year

5- The images will be uploaded to the RedCSur where they might be downloaded

Convocatoria "Todos los ciudadanos de aquí en adelante, serán conocidos por la denominación genérica de negros" (Artículo 14, Constitución Haitiana de 1805)

En medio de los festejos previstos en torno al Bicentenario de las revoluciones independistas americanas de 1810, es llamativa la omisión de la revolución haitiana de 1804, la primera, la más radical y la más inesperada de todas ellas. Allí fueron los ex esclavos de origen africano –es decir la clase dominada por excelencia, y no las nuevas elites “burguesas” de composición europea blanca- los que tomaron el poder para fundar una república llamada, justamente, negra. Negra y a la vez con nombre indígena, ya que Hayti es el viejo nombre taíno de la isla.

Haití, hasta entonces llamada Saint Domingue, era por lejos la más rica colonia francesa en el Caribe. Una sociedad plantadora y esclavista productora de azúcar y café, con medio millón de esclavos, que proporcionaba más de la tercera parte de los ingresos franceses.

La Constitución de Haití fue promulgada sobre los borradores redactados en 1801 por el liberto Toussaint Louverture, muerto en la cárcel napoleónica, quien había encabezado la revuelta antiesclavista desde 1791. A diferencia de lo que sucederá con otras independencias americanas, hay en este silenciado caso, que costó 200.000 vidas, una radical discontinuidad (jurídica, sin duda, pero también y sobre todo, étnico-cultural) respecto de la situación colonial.

El ideario de igualdad de la Revolución Francesa es llevado más allá de ella misma, que terminó pretendiendo impedir la abolición de la esclavitud en Haití. Los esclavos haitianos se enteraron muy pronto de que en la noción de “universalidad” proclamada por los Derechos Universales del Hombre y del Ciudadano, no tenía lugar su “particularidad”.

La radicalidad filosófica inédita de la generalización arbitraria “ahora todos somos negros”, incluyendo explícitamente a las mujeres blancas, los polacos y los alemanes (sic), deja claro que para los revolucionarios haitianos negro es una denominación política y no biológica, que des-construye la falacia racista y aspira a un nuevo universal desde la generalización del particular (más) excluido.[1]

Convocamos a retomar la proclama haitiana e instalarla en la calle y en los debates públicos, no sólo para llamar la atención sobre la historia silenciada de esta revolución negra de 1804 ante los homenajes del Bicentenario criollo, sino además por la carga disruptiva que aún porta intacta la idea de que todos y todas podamos definirnos como negros, en medio de la creciente intolerancia en que vivimos. Carteles, afiches, autoadhesivos, volantes, graffiti, avisos en publicaciones y cualquier otro medio puede redundar en extender esta campaña anónima y colectiva por toda América Latina y el resto del mundo.

[1] En base al texto de Eduardo Grüner, “A partir de hoy
somos todos negros”, inédito, 2009.

Publicado en la revista Plus n. 6 en el marco de la Trienal de Chile 2009. La edición completa se puede descargar aquí.