POR UNA POLITICA COMÚN DE ARCHIVOS Llamamiento a un acuerdo de buenas prácticas

Si hace 10 años -en su difundido y emblemático texto- Suely Rolnik advertía sobre el  “furor de archivo” desatado en torno a las prácticas efímeras o desmaterializadas que entrecruzaron arte/política desde los años sesenta y setenta en América Latina, hoy no quedan dudas de las consecuencias devastadoras que sobre esos y muchos otros acervos documentales provoca el repliegue del Estado (y la consiguiente ausencia de políticas públicas) tanto como la desmesurada voracidad del mercado del arte.

El presente llamamiento recoge y se suma a una preocupación más amplia frente al deterioro, la fragmentación y la privatización a la que se ven expuestos archivos de diferente naturaleza (preocupación que ha sido manifestada por diversas instancias tales como el Consejo Internacional de Archivos y Archiveros Sin Fronteras, entre otros). La urgencia y la responsabilidad colectiva nos interpelan ante un patrimonio común en riesgo. Los incendios del archivo de Helio Oiticica (2009) y del Museo Histórico de Brasil (2019) son hitos de pérdida irreversible que muestran la cara más visible de lo que impulsa este estado de alerta. La privatización y dispersión de numerosos acervos en manos de coleccionistas privados muestra otra cara, más persistente y silenciosa. 

Frente a esta situación, proponemos contribuir a sentar bases y acuerdos para impulsar una política vinculante para la gestión común de archivos que no quede atrapada en la dicotomía entre lo público y lo privado. Consideramos necesario sintonizar criterios, metodologías y ensamblar comunidades que puedan sostener y ser co-responsables de una política de archivos que apueste por la justicia cognitiva, la solidaridad epistemológica y que amplíe la imaginación política e institucional.

Lanzamos este llamamiento convocando a personas y colectivos implicadxs en archivos; depositarixs y guardadores, archiverxs, investigadorxs, artistas, activistas, instituciones tales como archivos, bibliotecas, universidades, museos, centros de documentación, centros de investigación, redes locales, nacionales e internacionales, a acordar una serie de criterios y orientaciones de buenas prácticas y sobre todo a articular iniciativas en común que respondan a las amenazas que se yerguen sobre los archivos o que ya los han afectado.

Entendemos que algunos puntos de partida innegociables a la hora de impulsar una política del común para los archivos son los siguientes:

  1. Defender la integridad de los archivos y conjuntos documentales. Priorizar la indivisibilidad y el orden propio de los archivos son principios archivísticos fundamentales [1] para evitar su fragmentación y dispersión. La distinción entre obra y documento en los archivos de arte ha favorecido la segmentación del cuerpo documental poniendo en valor algunas partes en detrimento del resto. Ante esto sostenemos también la necesidad de respetar la lógica interna de cada archivo para resguardar sus contextos de producción, sin imponerles criterios de organización previamente definidos que borren u olviden la historia singular de cada cuerpo documental. 
  2. Propiciar la localización. Ensayar distintas alternativas de institucionalidad que permitan mantener los archivos en el lugar en que acontecieron las experiencias de las que dan cuenta, para no descontextualizarlas ni enajenarlas de sus contextos y para favorecer el conocimiento situado en torno a sus memorias. En caso de que el archivo ya se haya deslocalizado, asegurar el acceso (digital o con copias físicas) en el lugar de origen de las prácticas aunque el archivo no quede físicamente en ese lugar. Una institución no está situada sólo por estar en un determinado espacio geográfico, sino en la medida que pueda resguardar contextos y restituir condiciones históricas y sociales de los archivos.
  3. Generar condiciones adecuadas de preservación y acceso de los archivos, tanto materiales como digitales. La digitalización no garantiza el destino de los documentos físicos, y es preciso estar alerta al riesgo de obsolescencia tecnológica de los dispositivos de registro y almacenamiento que utilizamos. Es necesario apostar por una preservación material pero también inmaterial de los documentos y para ello el acceso y uso (lectura, consulta, exhibición, escritura sobre el acervo) es fundamental. Llamamos a garantizar la accesibilidad pública de esos materiales, favoreciendo usos diversos, que no se restringen sólo a la consulta o la exhibición, sino que habiliten otros modos de activación. Recuperar una política de accesibilidad en diferentes escalas, que permitan el acceso digital a distancia, pero también revalorizar la relación directa con los materiales físicos y en co-presencia de otras personas apelando a las comunidades implicadas e interesadas.
  4. Impulsar acuerdos de corresponsabilidad entre instituciones, depositarixs y guardadores, sujetxs de los documentos, artistas, activistas, archiverxs, investigadorxs y la comunidad cercana e interesada, basados en la reciprocidad entre las distintas instancias partícipes en cada archivo, sea cual fuera su escala, y en compromisos compartidos para la sostenibilidad de los archivos en el largo plazo. Contribuir a formar una comunidad de cuidado en torno a cada archivo.
  5. Activar la imaginación archivística como estrategia para responder al cambiante y crítico momento presente y a un mercado cada vez más agresivo. Diversificar y crear tácticas para sostener la integridad de los archivos, con el horizonte de políticas de alianza institucionales y extrainstitucionales que permitan sostener los archivos como un común cogestionado.

Pensamos la imaginación archivística como un modo de dejar este llamamiento abierto a la inventiva de nuevas posibilidades, porque sabemos que los primeros cuatro puntos son urgentes, pero posiblemente no sean suficientes. La Imaginación archivística es un llamado a prestar atención a los movimientos del presente para encontrar respuestas situadas. Para ello llamamos a activar tanto la imaginación histórica, que pueda volver sobre prácticas de otros tiempos para convocar su potencia disruptiva sobre el presente y alentar su dimensión de porvenir, como la imaginación internacionalista, que pueda poner en común conflictos y soluciones ensayadas en diferentes latitudes de manera descentrada de los ejes norte/sur o de centros/periferias.  

Convocamos a quienes, a título individual,  colectivo o institucional, coincidan con esta formulación a adherir al llamamiento como toma de posición, a compartir,  a expandir su alcance, y sobre todo a impulsar esto como una política común y vinculante en cada situación concreta de archivo en que estemos involucradxs. 

Notas

[1] Definidos en la teoría  archivística como los Principios de Procedencia y de Orden Original.

Adhieren

Red Conceptualismos del Sur

Archiveras sin fronteras (Chile) 

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España)

Archivo General de la Universidad de la República (Uruguay)

Centro de Artes Visuales / Museo del Barro (Paraguay)

Museo de la Solidaridad Salvador Allende (Chile)

Museo Universitario Arte Contemporáneo, MUAC-UNAM (México)

Asociación Civil Clemente Padín (Uruguay) 

Archivo Graciela Carnevale (Argentina)

Archivo Elena Lucca (Argentina)

Archivo memorias de la resistencia, Centro Cultural Tallersol (Chile) 

Archivo Guillermo Nuñez (Chile)

Archivo fotográfico Kena Lorenzini (Chile)

Museo de la Memoria  y los Derechos Humanos (Chile)

Memoria Abierta (Argentina)

Proyecto Juan Acha (México)

Desarquivo.org (Brasil)

Museo de la Palabra y la Imagen (El Salvador)

Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino (Museo Castagnino + Macro, Rosario, Argentina)

Centro de Arte Experimental Vigo (Argentina)

Archivo Luz Donoso (Chile) 

Archivo Guillermo Deisler (Chile) 

Museo de Arte Contemporáneo de Montevideo (Uruguay)

Museo de Arte Moderno Chiloé (Chile)

Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile (Chile)

Maestría Museología y Gestión del Patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia (Colombia)

CRAC, Valparaíso (Chile)

Departamento Teoría de las Artes Universidad de Chile (Chile)

Núcleo de Estudios y Documentación de la Imagen, Instituto de Investigaciones Geohistóricas Universidad Nacional del Nordeste (Argentina)

Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (España)

Archivo histórico de la Universidad Complutense de Madrid (España) 

Biblioteca General de la Universidad Complutense de Madrid (España)

Sociedad Española de Documentación e Información Científica SEDIOC (España)

Archivo José Carlos Mariátegui (Perú)

Alta Tecnología Andina – ATA (Perú)

Magíster Arte, Pensamiento y Cultura Latinoamericana de la USACH (Chile)

Archivo Yeguas del Apocalipsis (Chile) 

Archivo Memorias Subterráneas (Argentina)

Revista Archivoz (España)

Museo de la Palabra y la Imagen (El Salvador)

WET Labs (México)

Anarchivo Sida (España/ Chile)

La Virreina Centre de la Image de Barcelona(España)

Londres 38 (Chile)

Centro de Arte de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) 

Archivo ArteFacto, Managua (Nicaragua)

Pensamos el llamamiento relacionalmente, como algo abierto y vinculante. En efecto se nombra a sí mismo como un código de buenas prácticas incompleto o aun a completar. Un código abierto que sabe que su fragilidad, sus cabos sueltos, pueden ser su fuerza. Es por ello que buscamos que este llamado pueda ser revisado, discutido y reelaborado en distintos países y ciudades para seguir profundizando desde las experiencias y perspectivas locales su potencia transregional. Y que de ese modo pueda contribuir a crear una comunidad de cuidado de los archivos de arte/política. 

Para adherir al llamamiento: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfDoHkSHz3gyK0ZZIlvhjKZwln7WXx7KB9DvuK5npIVwa87KA/viewform?usp=sf_link


3 comentarios en “POR UNA POLITICA COMÚN DE ARCHIVOS Llamamiento a un acuerdo de buenas prácticas

  1. Muy oportuno llamamiento. Es un grandísimo aporte para (por fuera del mercado) el arte, la cultura, la obra y l@s artistas. Muchas gracias !! Abrazos Gabriel Sasiambarrena.

  2. Muy interesante el tema debemos actualizar protejer divulgar exponer y conservar la memoria de las sociedades en las que convivimos trabajamos y luchamos por mantener intacta frente a las inclemencias del tiempo y la mala administración de los jefes de servicio con las que son administradas

  3. Entre las buenas prácticas debería incluirse que las instituciones no suplanten a los artistas en los procesos colectivos de constitución de archivos. En España es un abuso muy común, fruto de la corrupción generalizada que está arraigada en las institucionales. Incluso llegan a falsificar actas para que no quede constancia de sus malas prácticas.

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