ABORTO LIBRE

Contra la clandestinización y la desigualdad, por la autodeterminación de los cuerpos.

Este 25 de julio de 2018 se realiza, por 6to año consecutivo, una jornada de movilizaciones en todas las ciudades de Chile para exigir aborto libre, legal, seguro y gratuito. Hace casi un año, en agosto de 2017, el Congreso chileno aprobó la ley que permite la interrupción del embarazo en tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la mujer y en casos de embarazo producto de violación, dejando así de ser uno de los países que penalizan el aborto en todos los casos. Pero esto no fue, ni es, suficiente. El movimiento feminista vuelve a salir a las calles para exigir el derecho al aborto, reivindicación que hoy también está en pugna en la sociedad argentina.

En el marco de las luchas del movimiento feminista latinoamericano por el aborto libre, desde la RedCSur apoyamos, acompañamos y difundimos distintas activaciones que se están realizando en diferentes puntos del continente.

Frente a la histórica situación en que el aborto clandestino se ve agravado por condiciones de desigualdad social y ante la necesidad de situar el aborto como un problema de salud pública que interpela a toda la sociedad, nos interesa dar cuenta de una heterogeneidad de prácticas, discursos e interrogantes que se diseminan a lo largo del continente. Pulsa en estas experiencias la premura de sacar la práctica del aborto de la penalización legal y social en que hoy se encuentra subsumido. Junto con ello, la certeza de que luchar por su despenalización y legalización es luchar en contra de la desigualdad y del mandato a la maternidad obligatoria. Es saber que la exigencia al Estado no reemplaza la lucha por las políticas de socialización de la información y por la práctica autónoma  e histórica de mujeres que han abortado y seguirán abortando, tal como dicen en Chile: con las amigas y en la casa (como se viene realizando históricamente en distintos territorios con productos como el misoprostol, por ejemplo).La lucha por el aborto es una lucha transversal y abierta. Es oponerse y transformar las violencias del sistema médico, que no se erradican con una ley, es la necesidad de defender y visibilizar la heterogeneidad de los cuerpos gestantes, para que no se generen más exclusiones y se escuchen las necesidades de hombres trans, es dar batalla al avance dramático del integrismo religioso (evangélico y católico) en la clase política de la región, es concebir nuevas/otras formas de una educación sexual no sexista y laica.

Hoy las feministas en Chile, declaran: no bastan tres causales, la maternidad será deseada o no será.

La RedCsur se suma a su lucha y a las de toda la región.

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